domingo, 3 de diciembre de 2023

Cormac McCarthy: LA CARRETERA

Lo leí simultáneamente

en inglés (Iberlibro)

y catalán (Todocolección).


Hace unos días terminé de leer The Road, de Cormac McCarthy. En un futuro postapocalíptico cubierto de cenizas y en el que solamente un puñado de seres humanos parecen haber sobrevivido sobre la faz de la Tierra a un acto de guerra que destruyó completamente la vida animal y vegetal, un padre y su hijo emprenden una larga marcha desde una zona fría de Norteamérica a alguna otra de clima más templado, y en la que pueda ser más fácil que este último pueda sobrevivir.

La novela está construida por fragmentos más o menos cortitos, a veces de un solo párrafo, separados por una línea en blanco. La historia se cuenta de manera más o menos lineal. Las pocas analepsis que hay sirven para completar el cuadro familiar, a la vez que muestran el porqué de la desaparición de la madre. Las pocas conversaciones que aparecen tienen la particularidad de que podrían ser, en muchos casos, intercambios dulces y afables o, al contrario, hostiles o ambivalentes. El padre y el hijo son dos seres humanos llevados al límite, ambos están traumatizados de todas las formas posibles por el desastre, físicamente destrozados y queriendo, todavía, vivir de acuerdo a unos valores propios que cada elemento y situación que los rodea pone a prueba. 

A mí la forma en que está escrita la novela me gusta. Así, más o menos, escribí mi última novela en español y la que estoy escribiendo en catalán, aunque mis fragmentos son más grandes. Me alivia ver que la forma en que estructuro mis textos no es absolutamente solitaria, porque me cuesta escribir de otra forma.

Mucha cosa críptica al modo de Hemingway o Carver, y mucha reminiscencia griega, me parece a mí. En un momento se cruzan con un viejo esquelético, y el protagonista acaba preguntándose si no será un dios que quiere poner a prueba su afabilidad con los mendicantes, y me sonó completamente a La Odisea que estoy releyendo, ahora en la maravillosa traducción de Emily Wilson.

jueves, 21 de septiembre de 2023

Ricardo Piglia: CUENTOS COMPLETOS

Creo que me lo encontré

en El Corte Inglés

a un precio razonable.


Desde hace un tiempo estoy metido hasta las patas en dos despedidas. Por un lado, escuchando sin parar versiones de "La partida", de Víctor Jara, y destrozándola con el charango y la quena. Por otro, Los Cuentos completos de Piglia, que terminó de preparar con el último aliento, básicamente.

Los veo a los que tocan "La partida", y me maravilla que la toquen tan bién y que no lloren mientras tanto. Y una sensación parecida, de un llanto entremezclado en los pulmones, es lo que a veces me pasa mientras leo los Cuentos completos, porque el tipo estaba diciendo adiós mientras preparaba el libro. 

¿Qué me pasa con Piglia? Respiración artificial me resultó insoportable. Estoy casi seguro de que no leí entero Formas breves, pero sí las Tesis sobre el cuento, que me resultaron absolutamente inspiradoras. Plata quemada no la leí, todavía, pero le tengo muchas ganas. ¿Y los Cuentos completos? No me gusta para nada el primer estilo de Piglia, la forma que construye las frases, las comas, el ritmo, las repeticiones de palabras, las rimas no evitadas, esas cosas. Sí me empieza a gustar más adelante, y cosas como las que hace el comisario Croce llegan un punto que me ganan por puntos, porque el personaje, a su manera, es entrañable.