sábado, 11 de enero de 2025

John Boyne: TODAS LAS PIEZAS ROTAS

No sé si voy a leer esta novela de John Boyne. Por lo que parece ser, y creo que lo leí en la contratapa un día que lo tuve en las manos en un supermercado, es la historia de la hermana del protagonista, que después de mucha agua pasando bajo el puente se ha arrepentido de haber sido una niña nazi. Uf. No sé. Los personajes que fueron malos y se arrepienten y se vuelven buenos, no sé. Me cuesta creérmelos, y me cuesta perdonarlos. Sobre todo si han sido malos con compromiso político, esbirros del régimen, esas cosas. 

Creo que, muchas veces, estos cambios metidos a los personajes no son más que frivolidad de los creadores en complicidad con la frivolidad de los lectores o espectadores. Por ejemplo, Daniel Salazar, el siniestro y entrañable extorturador entrenado por la CIA para la represión en El Salvador. Yo, los exrepresores que conozco, son como los hijos de puta que siguieron desapareciendo gente acabada la dictadura en la Argentina, o como este otro hijo de puta, insultando y amenazando sin la más mínima vergüenza. Esto es lo que pasa en el mundo real, por lo que hay que ser muy frívolo para inventarse un Daniel Salazar más imposible que el más imposible de los personajes que un escritor posmo podría inventar. Entonces con la hermanita esta, qué pocas ganas tengo de ver cómo ha cambiado, de empatizar con ella y todo eso. 

sábado, 24 de agosto de 2024

Ian McEwan: AMSTERDAM

Creo que me lo regalaron.

Una serie de hombres se encuentran en el funeral de una tal Molly Lane, todos ellos antiguos amantes de la difunta. Un periodista, un compositor, un político de extrema derecha o poco menos, y la actual pareja de Molly.

Si no entendí mal, porque el libro lo leí solamente en inglés, resulta que la actual pareja de Molly da al periodista una serie de fotografías que ella tomó al político, y que el periodista entiende que podrían destruir la carrera del político. Y después pasan una serie de cosas.

Me gustó cómo durante el escándalo en torno a las fotos ilustra el escritor lo que es ser un idiota útil, por ejemplo. Las fotos son del político posando travestido, y con su publicación lo que se ilustraría sería la hipocresía de la derecha, que defiende un modelo de familia tradicional y cristiano, mientras que fuera de cámaras o frente a cámaras privadas hacen exactamente lo que quieren, como todos los demás. Pero hubo quienes consideraron que la intención de la publicación de las mismas era hacer escarnio sobre el travestimiento del político, y en un momento hay una manifestación de travestis frente al periódico denunciando esa cosa. Idiotas útiles que sólo beneficiaron al político facho.

El final de la novela me pareció bastante, bastante forzado. El escritor hace todo lo posible para justificarlo con un montón de cosas que hacen, sienten y les pasan a los dos protagonistas, pero no le veo yo la justificación a eso por ningún lado. De todos modos, una buena lectura.