sábado, 26 de agosto de 2017

תחליס (libro de rezos judío)

¿A que es mono?
Unos familiares han venido de Israel de visita. Se quedaron en Valencia unos días, y siguen viaje. Entre los muchos recuerdos que nos trajeron, me regalaron un libro minúsculo en hebreo (quizás en arameo, quizás en hebreo y arameo. En fin...). Es un libro de rezos, por lo que me han contado, y viene en un pequeño estuche plateado del cual cuelga un llaverito. Parece que es un amuleto, de los varios que suelen usar los judíos religiosos y que confían la protección a la palabra.

A mí me encanta. Creo que es el librito más pequeñito que he tenido nunca, y colgará del llavero del coche. Porque nunca se sabe...

PD) De este libro lo único que he leído han sido los números de las páginas.

sábado, 19 de agosto de 2017

Manel Marí: TAVERNÀRIES

Me lo regalaron :)
Tavernàries cierra una trilogía, mi periplo lector con este poeta en catalán nacido en Ibiza. Por ahora, claro está, porque a Manel Marí hay que seguir leyéndolo.

Este poemario, el último que publicó el autor de momento, recibió el Premi València Alfons el Magnànim de Poesia de 2016, y acaba de ser editado por Bromera.

Diez años pasaron ya, a ojo de buen cubero, desde El tàlem hasta Tavernàries. Hay un cambio de registro y muchas cosas que cambian, es claro. Si es cierto que hay tantas lecturas como lectores, no es menos cierto que los ojos pretenden demostrarle a uno que las cosas han cambiado de la forma que uno cree que deberían haber cambiado y forzando la máquina, cuando como en este caso.

O sea: yo quiero leer un poeta más en paz consigo mismo y menos seguro de sus enfados, un poeta menos confiado y desafiante, un poeta más sabio y más persuadido de que sólo sabe que no sabe nada. Eso es lo que presupongo que leeré después de diez años, y se me circulariza la mollera, el profeta que llevo dentro de las entrañas se desespera en afán masturbatorio (pugna por autocumplirse, digamos).

Después de dos párrafos de prudente Captatio benevolentiae creo que puedo volver, entonces y ya, a la pregunta inicial: ¿Qué cosas han cambiado? Por lo pronto, aparece un guiño a los lectores propios que resuena como un bombazo cuando el poeta nos dice:
que més enllà del ventre nominal de la mare
tenim poques certeses, tret de les voluntàries
—aquelles que ens convenen per pura sanitat,
com l'absència dels déus, que vés tu a saber si...,
com que no hi ha un infern, que pensa que si no...—,


(que más allá del vientre nominal de la madre/tenemos pocas certezas, fuera de las voluntarias/—aquellas que nos convienen por pura sanidad,/como la ausencia de los dioses, que andá a saber si...,/como que no hay un infierno, que pensá un poco si no...—,).

Y sí, las certezas se van un poco más al carajo, la duda se abre camino incluso entre la blasfemia, y el lector sabido de qué va el asunto no puede menos que agradecer la enorme humorada autoparódica.

Tavernàries trae como novedad, pues, unas cuantas cosas, al menos en relación a No pas jo y a El tàlem:
  • El tono es mucho más amable, quizás más relajado. 
  • El gusto por la metáfora asfixiante ha desaparecido, y ha dejado paso a una sonrisa punzante pero acogedora. 
  • Hay mucha rima, mucha canción y mucho (bendito) soneto en Tavernàries, y sólo falta que los cantautores se pongan las pilas y empiecen a musicalizarlos, que ya se están tardando. 
  • Hay mucha oda a las cosas que verdaderamente le gustan al poeta, y menos diatriba.
Siempre es una aventura leer el paso de los años en un escritor. 

sábado, 12 de agosto de 2017

Xavier Casp: "ANTOLOGIA. POEMES (1943-2000)" (y un poquito de SCHUMANN, EL PIANO Y YO)

Lo encontré en un rastro.
Encontré este libro en un rastro, hace unos días, y me costó una segunda visita decidirme a llevármelo. De Xavier Casp leí, hace unos año, un libro que ya no conservo: Schumann, el piano i yo.

Un euro me costó este libro. Es una antología que abarca prácticamente toda la obra publicada en catalán por Casp, con excepción de Poema dramàticament esperançat, de 1956, que mirando por encima la introducción no parece que esté explicado el por qué de tal omisión, aunque seguramente es porque el autor haya renegado del mismo.

Ahora mismo estoy enfrascado en la preparación de la prueba del Superior de valenciano de la JQCV, y no seré yo quien se ponga a leer textos que saboteen la única forma que se me da bien para aprender y reforzar la ortografía, que es por ósmosis.

Pero en algún momento lo leeré, no sé si de un tirón o de a poco, pero lo leeré. Y a ver qué tal.





sábado, 5 de agosto de 2017

Pep Bataller: EQUIPATGE DE SET

Creo que lo compré
en la París-Valencia de Serranos,
pero andá a saber.
Equipatge de set ganó en 1987 el Premi "Ciutat de València" en la modalidad de poesía, año en el que fue publicado por Víctor Orenga, editor y el Ayuntamiento de la ciudad.

El autor, Pep Bataller, publicó varios libros, ya, tanto en valenciano como en castellano, y además recibió otros premios.

Bataller es un tipo que nació en los '50. O sea, quizás no tuvo que tragar la peor mierda de la dictadura (eso que algunos gustan llamar "posguerra"), pero desde luego su infancia se habrá desarrollado en un contexto, como mínimo, de extraordinaria placidez, que dicen los fachas.

Yo, a partir de mis lecturas, sobre todo, de Vicent Andrés Estellés y de Ángela Figuera, identifico a la poesía de posguerra con la tristeza en el cuerpo. No es una tristeza inmovilizadora, me queda claro, pero sí contundente. Una tristeza con dos cojones.

Los poemas se divide en dos secciones: Memòria de la pell (Memoria de la piel, que a su vez está dividida en Primera memòria y Segona memòria), y Equipatge de set.

La portada te da una pista clave para que no te sorprenda el poemario: yo tendría que haber juzgado el libro por su cubierta. Si me quería evitar sorpresas, quiero decir. Porque llegar a la última sección del poemario, el Equipatge de set, y que la tristeza de los primeros poemas:

Peró no eren bons temps,
i tu buscaves l'oblit de tota cosa
precedida,
i començar de nou,
com si fos fàcil esmerilar la pell
i ser asèptics als amors en què ens hem complagut,
i esborrar-los del mapa.
(Pero no eran buenos tiempos,/y tú buscabas el olvido de toda cosa/precedida,/y comenzar de nuevo,/como si fuese fácil esmerilar la piel/y ser acépticos a los amores en que nos hemos complacido/y borrarlos del mapa), no se haya macerado sino incorporado a una felicidad asumida:
visc amb la cara oberta
i aguante,
bastant bé, l'envestida dels dies.
(vivo con la cara abierta/y aguanto,/bastante bien, la embestida de los días.), como nos cuenta en el poema final, L'home sense corfa (El hombre sin ¿caparazón?), la verdad, que me tomó de sorpresa. Desde luego, no es la actitud esperable en un blandengue de mi generación, todo hay que decirlo.

Si le tengo que poner una pega al valor y alcance probatorios de la portada, es que presenta a un poeta caminando solo hacia el horizonte amaneciente: de solo nada, el poeta no se pretende ni se busca ni está solo. Aunque sí, camina hacia el amanecer.

Este poemario se lo puede encontrar, por ahora, hasta debajo de las piedras. Si te querés hacer con un ejemplar, por suerte, no hace falta pagar los  aproximadamente 500 euros por ejemplar como piden un par de flipados de Amazon. Por bastante menos se lo encuentra en otras librerías de viejo en línea. Y yo creo que no sobra en la biblioteca propia.