Creo que me lo compré en Turín, de segunda mano, en una bancarella. No recuerdo cuánto me costó, pero no fue mucho. |
La historia está contada en primera persona, bajo el punto de vista de la niña que la protagoniza. Autobiográfica, narra diversos episodios sucedidos en un pueblito de Italia durante la Segunda Guerra Mundial.
Capítulos cortos todo el tiempo, la historia va saltando de anécdota en anécdota, desde los episodios risibles y tiernos de las primeras páginas hasta el desenlace atroz. La empatía que sentimos hacia los personajes está perfectamente llevada de la mano hasta el final, la narradora siempre es hábil en lo que nos muestra de cada uno y cuándo lo hace.
La infancia narrada está atravesada por un tipo de síndrome de Estocolmo muy particular, que la lleva a depender, confiar y amar ciegamente a adultos que no merecen nada de todo eso. En las primeras páginas, el adulto es el Duce; en las últimas, un oficial nazi.
Es una lectura ágil. En uno o dos días este libro se lo acaba.