sábado, 5 de mayo de 2018

Erri De Luca: IL TORTO DEL SOLDATO

Lo compré en una librería.
Hay traducción al castellano, por supuesto.
Desde hace un tiempo hay una novela, I pesci non chiudono gli occhi, que quería leer después de no sé qué reseña que me crucé por ahí que la recomendaba por cosas que me parecieron recomendables. Hace un tiempo, también, que me regalaron una traducción al catalán de esta novela, que tengo todavía en mi mesita de luz y que me resistía a leer, precisamente, porque estaba traducida. Pero ahora me parece que caerá, traducida y todo.

No recordaba el nombre del autor de I pesci, y creo que cuando me compré este libro tampoco es que los relacionara para nada, era simplemente un libro más en italiano para meterme entre pecho y espalda, cortito y de tema que puede interesarme, como a mí me gustan si los leo en italiano.

En seguida me enamoraron algunas cositas de esta novela, eso que se llaman hallazgos en los escritores nóveles, que De Luca no lo es, por supuesto. Reflexiones en torno a la verdad, su relación con ella si se es omnipotente o escritor, esas cosas. Bastante frase bonita.

La novela se estructura en dos secciones, se equilibra en paralelismos. En la primera sección, una especie de alterego del escritor nos cuenta que está traduciendo del yiddish una novela relacionada con el Holocausto. En la segunda, la hija de un criminal nazi huido a la Argentina nos cuenta su vida y la de su padre.

De un tiempo a esta parte hay muchísimos escritores que gustan construir sus textos en forma de espejo, haciendo que elementos de toda condición vuelvan a aparecer, transformados o no, equilibrando el asunto. En Il torto del soldato hay bastante de eso. Cosas como "la pura verdad" son dichas por personajes judíos perseguidos y por nazis perseguidos. La hija del nazi decide esterilizarse a sí misma para que no haya ninguna posibilidad de transmitir nada de la personalidad de su padre, es decir, se aplica a sí misma una técnica eugenésica, como hacían los nazis. La hija del nazi, a pesar de compartir la mentira en la que vive junto a su padre, a pesar de vivir oculta junto a él en tanto al abrigo de las miradas ajenas que lo buscan para, descubriendo su verdadera identidad, juzgarlo y condenarlo, se gana la vida como modelo al natural, es decir, desnuda ante las miradas de los estudiantes que la pintan. El nazi se obsesiona con la kábala, que es un arte adivinatorio judío basado en la palabra, y sella su destino a partir de la fortuita lectura de una palabra en yiddish de entre los papeles del escritor, en el fortuito encuentro que sucede entre ambos y que concluye la primera sección. El mismo título de la obra, "el crimen del soldado", remite a la pugna entre dos visiones encontradas. Esas cosas.

No parece, De Luca, un autor al que haya que dejar de leer, la verdad. En la mesita de luz me espera Els peixos no tanquen els ulls. Caerá.

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