jueves, 12 de diciembre de 2019

Massimo Carlotto: IL MONDO NON MI DEVE NULLA

Me lo compré en Amazon.
Il mondo non mi deve nulla es una novela del escritor italiano contemporáneo Massimo Carlotto. No es el primer libro que leo de este autor. Ya había leído hace un tiempo Niente più, niente al mondo, y alguno más.

Esta novela, como aquélla, es un artificio pensado para ser adaptado al cine o el teatro. Los protagonistas son dos, un hombre y una mujer, y sus parlamentos a actores de los que se comen el escenario les quedarían como un traje. De hecho, es la única alternativa posible, para representarlos, que los actores sean muy carismáticos y fascinantes.

Vaya por delante que el libro no me ha gustado. Se lee rápido y bien, eso sí, o sea, si uno es un estudiante de italiano, estupendo, éste es una forma de libro perfecto para la ocasión. Pero como lector, no estoy de acuerdo.

El tipo es un ladrón de poca monta, un extrabajador de una fábrica que ha perdido el trabajo y roba. Está casado con una mujer que, se infiere, lo tiraniza.

La mujer protagonista (que no es su esposa), es una señora con clase bastante mayor, que ha trabajado de croupier toda su vida, ha juntado dinero, pero no lo suficiente, y ahí está el problema.

Carlotto nos muestra ampliamente los pensamientos del protagonista. Un tipo bastante simple, buena gente que hace cosas malas. Sus monólogos interiores son los absolutamente inmaduros. Pero su inmadurez, a diferencia de lo que pasa en el mundo real, no está acompañada de cinismo, sino de candidez. No vaya a ser que no empaticemos con él.

El protagonista es un absoluto imbécil, y es un imbécil por la monolítica candidez que le imprime su creador. Y a mí, si me preguntan, lo veo yo como una insalvable falta de respeto hacia su personaje y sus lectores. Eso lo suelen hacer los autores de libritos para niños y adolescentes, eso de mostrar los pensamientos malotes y cándidos a un tiempo de sus personajes, pero también lo hacen los escritores para adultos. Vaya si lo hacen. Carlotto es un ejemplo.

¿Y qué decir de los roles que asigna a sus personajes masculinos y femeninos? En fin, no quiero ahondar en ello, porque se me antoja que son una trampa para generar debate, es decir, publicidad. Vaya por delante que el único cándido e inocente es el tipo, y las mujeres son oscuras. En fin. Piedras en las que tropezar, si me preguntan.

Parece que no lo han traducido al castellano. Hay, sin embargo, traducción al catalán.

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