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miércoles, 27 de mayo de 2020

Lorenza Mazzetti: IL CIELO CADE

Creo que me lo compré en Turín,
de segunda mano,
en una bancarella.
No recuerdo cuánto me costó,
pero no fue mucho.


Il cielo cade es una novela de la escritora y directora italiana Lorenza Mazzetti, fallecida hace unos meses. Forma parte de una serie de novelas, que seguramente acabaré leyendo con ansias, que completan Con rabbiaUccidi il padre e la madreMi può prestare la sua pistola per favore?

La historia está contada en primera persona, bajo el punto de vista de la niña que la protagoniza. Autobiográfica, narra diversos episodios sucedidos en un pueblito de Italia durante la Segunda Guerra Mundial.

Capítulos cortos todo el tiempo, la historia va saltando de anécdota en anécdota, desde los episodios risibles y tiernos de las primeras páginas hasta el desenlace atroz. La empatía que sentimos hacia los personajes está perfectamente llevada de la mano hasta el final, la narradora siempre es hábil en lo que nos muestra de cada uno y cuándo lo hace.

La infancia narrada está atravesada por un tipo de síndrome de Estocolmo muy particular, que la lleva a depender, confiar y amar ciegamente a adultos que no merecen nada de todo eso. En las primeras páginas, el adulto es el Duce; en las últimas, un oficial nazi.

Es una lectura ágil. En uno o dos días este libro se lo acaba.

sábado, 8 de septiembre de 2018

Leonardo Sciascia: IL GIORNO DELLA CIVETTA

Me lo compré en
una de las librerías cercanas a la EOI de València.
Dos añitos de italiano en la EOI de València, A2 recién y satisfactoriamente certificado, y a meterme entre pecho y espalda esta novela de Sciascia, la segunda en mi suya haber, o sea.

"Il primo e il più grande fra i romanzi che raccontano la mafia" me cuenta la contratapa, y yo suelo juzgar los libros por su contraportada. Me lo compré hace un tiempo, pues.

Muchas frases y humoradas aquí y allá que me gustaron, todo hay que decirlo. Cosas como "il grumo di sonno, di preoccupazione e di barba che era la sua faccia si sciolse in un sorriso de trionfo" para qué, me gusta leerlas. El narrador suele ser furiosamente omnisciente en todo lo que atañe a intencionalidades y sentimientos de sus personajes, pero no suelta prenda de todo salvo cuando le interesa. Sciacia parece empecinado a ser un escritor de esos que levantan acta de su tiempo, y por eso su medida omnisciencia, su pintura amplia de los claroscuros en el alma de sus personajes. El escritor quiere contar la mafia a partir de las indagaciones de un uniformado a partir del asesinato de un tipo. Todo enrevesado. Y la derecha italiana de la época retratada en la novela, como la que sufro dentro de las propias fronteras: filofascistas (y neofascistas, que tanto monta, monta tanto). Como peperos y falangitos, por si hacía falta aclarar.

Me costó mucho acabar este libro. El vocabulario me resultó arduo, e iba perdiendo el hilo todo el tiempo. El humor que gastan los escritores contemporáneos italianos vale la pena, eso sí.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Louise Fatio: ¿DÓNDE ESTÁ EL LEÓN FELIZ?

El quinto de la serie, el único que he leído.
Poquitos libros conservo de cuando era chico, pero éste aún lo tengo conmigo. Lo editó Kapelusz en 1975, lo leí decenas de veces, después lo leyó mi hijo, ahora mi hija, primero lo personalicé yo con dibujitos y rayones y ahora mi hija, bolígrafos y lápices sobre el papel grueso y quebradizo.

La autora escribió un montón de libritos de esta serie. Seguramente acabaré haciéndome con ejemplares en inglés, porque todo suma y más si nos ponemos nostálgicos. Yo sólo leí éste, aunque creo que alguna vez me crucé con El león feliz así, a secas, pero ya era demasiado grande para pedir que me lo compraran.

El león feliz vive en el zoológico y es amigo de Francisco, el hijo del guardián, quien se ha ido lejos a estudiar internado. El león feliz lo extraña tanto, está tan triste, que decide escaparse e ir a buscarlo. Obviamente la decisión no es del agrado de todos, mucho menos de los distintos personajes con los que va cruzándose por el camino. Pero la realidad es que el león feliz es más manso y amable que mi gatito, que cuando juega saca las uñas.

Y por si todo esto fuera poco, las ilustraciones te iluminan, te asustan, te hace sentir frío o calor, te sumergen en un tiempo otro que te enganchan de una vez y para siempre.