sábado, 1 de diciembre de 2018

Albert Camus: LO STRANIERO

A saber dónde me lo encontré.
En realidad, de este ejemplar
sólo leí el prólogo.
Lo escuché en castellano mientras manejaba,
por estos días.


Hace unos días acabé de "leer" El extranjero mientras manejaba de casa al trabajo y del trabajo a casa, audiolibro en italiano subido a YouTube mediante. Qué memoria de pájaro que tengo, incluso me había olvidado de que le había escrito ya un post a esta novela hace unos meses. Y sí, ahora estoy bastante seguro de que leí hace veinte años El extranjero.
¿Dónde me lo encontré?
Lo estoy leyendo, actualmente.
Muy inteligible, la verdad


En un momento de máximo hastío ante los personajes creados para ser cuidadosamente imposibles, me cruzo con la novela de Camus, y se me desestabiliza el exasperado intolerante posmo que todos los generación X llevamos dentro del alma, entre las costillas. Camus sabía lo que se hacía.

Meursault no sólo es imposible, también es impredecible. Cuando comenzamos a creérnoslo, a sentirnos dispuestos a prever sus jugadas, su gestualidad nos deja una vez más al borde de la boca abierta. Y sí, literatura del absurdo y su filosofía, pero hay algo más. Meursault lo resiste todo. Meursault lo resiste todo. No sé ustedes, pero a mí eso me tranquiliza. Es bueno saber que andaba por ahí. Meursault. Tomándose la vida con calma.

Tengo en casa una edición en castellano y otra en francés. La edición castellana, publicada en España en 1958, años de plomo. El prólogo es más que interesante, no lo comparto plenamente, pero un respeto. Lo firma una tal M.ª Ángeles Soler, que quizás sea esta señora, pero a saber. Lo fascinante del tema, en todo caso, es cómo consigue meterlo a Dios al final de todo, y juraría que así hacían las cosas quienes conseguían sortear la censura. Todo el prólogo que acaba de escribir es la refutación de la imprescindibilidad explicitada del Dios encajado al final, pero cuela. Y pasa. En 1958.

El narrador no es nada confiable, pero eso no es nada nuevo. Y el de verdad, el de carne y hueso, tampoco. En los momentos en que se pone agresivo, la agresión sale de lo explicitado, y nos enteramos después de lo que ha pasado. Meursault es un extraño a sí mismo cuando pierde el control, o al menos eso es lo que quiere hacernos creer. El día que acaba asesinando a un tipo, ya sabíamos desde hacía rato que le dolía la cabeza, y eso nos sugiere algún tipo de problema mental que los acontecimientos subsiguientes no hacen más que confirmárnoslo. En este sentido, Camus nos va soltando pedacitos de realismo bien espesos, que no podemos obviar.

Y no hablemos de la ambivalencia que se siente hacia Meursault, a medida que se lo va conociendo. El tipo es un monstruo moral, y el juicio al que es sometido es una horrenda injusticia y la sociedad protegiéndose a sí misma, a un tiempo. El juez lo llama cariñosamente señor Anticristo.

¿Es un héroe, Meursault? Quizás sí, quizás no, quizás a su manera, quizás ni eso. No hay forma de saber por qué se mantiene, a su manera, fiel a sí mismo hasta el final. Acaba reconciliándose con el mundo, el mundo físico, haciéndose uno con eso, al mismo tiempo que proclama su necesidad de ser odiado por todo el mundo. Más o menos como el vendedor de drogas de American Beauty, cuyo amor lo reserva a una bolsa que da vueltas mientras la filma, pero de ahí no pasa.

Imprescindible, pues, El extranjero. 

viernes, 16 de noviembre de 2018

Pere Font: OCELLS FERITS

Lo encontré en la París-València.
La contratapa nos dice que a Pere Font lo apasionan tres cosas, que traduciéndolas son: "la Mujer, la Poesía y la Pintura". En mayúsculas y se entiende que en ese orden. En el prólogo, nos cuentan que el autor está a la altura de no sé qué magnitudes e intensidades talladas moral y humanamente. La foto, en el retiro de tapa, nos mira con inadecuada preocupación.

O sea.

Había muchas maneras de conseguir que un escritor nos cayera antipático irremediablemente, y los editores tuvieron a bien usar muchas de ellas. Panegírico desenfadadamente solemne. Uf.

Al principio, el autor nos muestra que está obsesionado con Nietzsche, lo cual no es sino una manera tan buena como cualquier otra de decir que uno está obsesionado consigo mismo. Y sí, los poemas en primera persona del plural se suceden, pero es siempre un plural mayestático, no hay ningún nosotros de verdad ahí metido. El poeta reclama a los otros, a esos nosotros, que sean como él mismo, en definitiva, porque sólo hay una clave para la libertad, que es la que él ha encontrado y cual faro en llamas señala.

Nietzsche me cae horriblemente antipático, todo sea dicho. Si el eterno retorno es que hay que vivir la vida sin tener nunca que arrepentirnos de nada de lo que hagamos porque estaríamos dispuestos a volver a vivirla de una misma y exacta manera, eso lo podría haber escrito Paulo Coelho, qué tanto joder.

domingo, 11 de noviembre de 2018

Claudio Magris: LEI DUNQUE CAPIRÀ

Me lo encontré en una librería de Valencia.
Me costó un huevo, la verdad.
En un par de horitas se lee, quizás menos.
Lei dunque capirà, que cuenta con traducción castellana (Así que Usted comprenderá), es un librito muy pequeñito del escritor italiano Claudio Magris, a medio camino entre un cuento largo y una nouvelle corta, pero definitivamente un monólogo teatral.

Una mujer, la mujer de un poeta, le cuenta a un interlocutor que el poeta es un farsante, y que ella es responsable de gran parte de su obra. A mí me hace acordar a Barton Fink, aunque dicen por ahí que debería hacerme acordar al mito de Orfeo. Quién soy yo para dudarlo.

Esta pequeña obra fue traducida y representada repetidas veces. Hay algunas cosas que subrayé, algunas que me gustaron y otras que no, pero no es éste el tipo de literatura que me gusta. Los personajes cuidadosamente imposibles es raro que me gusten, porque yo creo en lo que me lo creo. De todos modos, un libro más en italiano entre pecho y espalda, y eso siempre está bien.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Elliot Rodger: MY TWISTED WORLD

Después de leer My twisted world —que cuenta con varias voluntariosas traducciones oficiosas al castellano que se pueden encontrar por ahí, pero que paso ahora mismo de leerlas, que ya tuve bastante— uno sabe bien por qué hay una legión de tipos, por ahí, que disfrutan tanto haciendo escarnio del malogrado asesino de masas. El diario guión manifiesto de Elliot Rodger —supongo que se inspiró en Mi lucha a la hora de estructurarlo, pero quién sabe—, es un cóctel de actitudes guión acciones ridículas + talento literario + una pizca de sinceridad + una pizca de cinismo que dispara el trollismo del más menos pintado.

Es obsesivo el autor. Infinidad de veces nos cuenta que es virgen, que él merece no menos atención que cualquiera, esas cosas. Cuando escribe desde el corazón, es decir, con esas pizca de sinceridad que también tiene, escribe cosas como "la envidia y los celos, los dos mayores problemas de mi vida", "nunca olvido, nunca perdono" o como "el acechador inveterado que soy" que así, fuera de su contexto, no dicen mucho, pero que son hitos en la lectura, porque ahí está la verdad. Y en el odio. En el odio por situaciones concretas, por gente de carne y hueso.

¿Dónde está la Captatio benevolentiae en My twisted world? Evidentemente, en las primeras partes del diario, aquéllas en las que el autor nos cuenta su infancia, sus infinitos e infructuosos intentos de ser parte del grupo de los niños populares. Después, el autor nos muestra de a poco algo que se asemeja cada vez más a su peor cara, hasta que nos persuade de que él querría ser un dictador global, asesinar a todas las mujeres salvo a muy poquitas, y de paso a su hermano pequeño, aunque él sabe que lo adora. Quizás ya aquí hay impostura, porque ya parece una caricatura de sí mismo, pero a saber. En todo caso, una muestra más de que sus deseos siempre sobrepasan a sus posibilidades de una forma atrozmente ridícula.

El autor quizás nunca leyó a Sartre o a Heidegger, o no le importa. El valor que se da a sí mismo es siempre inmanente, nunca es por lo que hace, sino por lo que él considera que es. Su interacción social destruye su autoestima, pero nunca deja de recordarnos que su valor siempre es a partir de algo que él entiende que es y que es independiente de lo que hace. La horrorosa equivocación que rige su vida entra en el terreno de las enfermedades mentales, porque de otra forma no se entiende el monolítico ridículo en el que está dispuesto a caer una y otra vez, sin enmienda. Y todo contado con bastante agilidad, a pesar de las repeticiones obsesivas de tópicos que se suceden hasta la náusea. My twisted world es, a su manera, una novela de aventuras, y El día de la retribución, que es cuando decide salir a asesinar gente, es su objetivo en tanto héroe, después de mil vicisitudes guión obstaculos que podrían alejarlo de ello. Por ejemplo, ganar la lotería. Pero no.

Supongo que mis mayores lo tuvieron a Charles Manson, y las generaciones más o menos cercanas a la mía lo tienen a Elliot Rodger, si hablamos de asesinos elevados a objeto de veneración de la cultura popular, o de sus arrabales. Como quien pretende repetir una tragedia en forma de comedia.

miércoles, 10 de octubre de 2018

Josep Porcar: NECTARI

Me lo encontré en un
rastro de València.
Nectari es un poemario en valenciano del escritor Josep Porcar, de extensa obra. Se me antoja bastante más amable que las cosas que estuve leyendo últimamente, aunque el autor no escatima en imágenes duras (ángeles muertos y sin manos, hormigas y no el hombre como medida de todas las cosas, etc.). Supongo que será cuestión del tratamiento.

El libro se estructura en tres secciones relativamente simétricas en extensión: Unitats de desmesura, Anteres y Sàmares, aparte de un poquitín de paratexto allá al final, incluido una pequeña nota sobre el autor de Alexandre Navarro.

A mí me gustaron cosas como "(...) pesques/l'or naufragat", "El rastre del silenci/on les formigues deixen més respostes/que el silenci" o "(...) tots els àngels moren/sense mans".

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Núria Armengol: FRACTURA

Lo compré en un rastro de València.
Fractura es un poemario de la escritora Núria Armengol, natural de la Ciutat dels Sants, Vic. Consta de dos secciones, fer nit blanca, el doble de grande que la siguiente y con poemas contados en números romanos, y l'altra plàstica, de poemas con título de los de toda la vida.

Son poemas escritos siempre en minúscula, con abundantes puntos seguidos en medio de frases, sobre todo al principio, que te dejan sin aliento.

Los caminos de la deconstrucción son inexcrutables.

Poemas que parecen escritos in media res, si me disculpan la sinestesia teórica. Y con final abierto. Herméticos y áridos, para carraspear jadeando. Demostración:

VI
o la ràbia desplegada. pul·lula
enmig de l'aire. cau a raig. sobre l'asfalt.
potser. sembla argent amb tanta aigua.
una nit metal·litzada. davall eixorca i
ja res brilla. una espasa. apagada.
estirada t'amenaça. però tu ja
no estàs mirant.

A mí me hacen recordar un poco a la poesía de Manel Marí, sobre todo en la búsqueda de metáforas impiadosas que lo rodean a uno de lo cotidiano como monstruo (dejemos de lado a Stephen King). La poeta transforma el entorno en insectos, por ejemplo, membranosos y con exoesqueleto, y nosotros estamos dentro de ellos. O en ataúdes de calidad insectal, o sea, nada amable, precisamente.

El poemario acaba revisitando la Pasión de Cristo. Quizás somos testigos de la condena del Universo, de un momento clave en el que todo se jodió, especialmente nuestra relación con Dios.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Teresa Pascual: VALÈNCIA NORD

Estoy casi seguro de que me lo encontré
en el rastro que está pegado
al Museo de Bellas Artes de València
València Nord es un poemario en valenciano bastante pequeñito, editado en Paterna. Es una de las poca muestras, me parece a mí, de poesía editada sin que haya un premio de por medio, que también la hay y con una factura absolutamente profesional, a juzgar por este librito.

La autora, Teresa Pascual, es profesora de Filosofía en un Instituto de València.

El poemario está dividido en tres secciones: La voluntat de dir, Poros y València Nord. Por fuera de éstas, al principio de todo hay un poema muy cortito que funciona a manera de prólogo, según lo veo yo.

Parece que hay mucho eterno retorno en este poemario. Con esta idea, sugerida, se abre y se cierra el libro. Como no podía ser de otra manera, mira por dónde.

València Nord alude al nombre de una estación de tren de la ciudad de València. Es por ello que, aquí y allá, la imagen de los viajes en tren, sus vías de ida y vuelta, hacen sentir su valor significante.

Hay un solo poema cuyo sujeto rotundo es yo. En general abunda la tercera persona descriptiva, bastante el nosotros y algún que otro tú. La poeta se camufla muy a conciencia dentro de sus poemas casi siempre sintéticos, mínimos.


sábado, 8 de septiembre de 2018

Leonardo Sciascia: IL GIORNO DELLA CIVETTA

Me lo compré en
una de las librerías cercanas a la EOI de València.
Dos añitos de italiano en la EOI de València, A2 recién y satisfactoriamente certificado, y a meterme entre pecho y espalda esta novela de Sciascia, la segunda en mi suya haber, o sea.

"Il primo e il più grande fra i romanzi che raccontano la mafia" me cuenta la contratapa, y yo suelo juzgar los libros por su contraportada. Me lo compré hace un tiempo, pues.

Muchas frases y humoradas aquí y allá que me gustaron, todo hay que decirlo. Cosas como "il grumo di sonno, di preoccupazione e di barba che era la sua faccia si sciolse in un sorriso de trionfo" para qué, me gusta leerlas. El narrador suele ser furiosamente omnisciente en todo lo que atañe a intencionalidades y sentimientos de sus personajes, pero no suelta prenda de todo salvo cuando le interesa. Sciacia parece empecinado a ser un escritor de esos que levantan acta de su tiempo, y por eso su medida omnisciencia, su pintura amplia de los claroscuros en el alma de sus personajes. El escritor quiere contar la mafia a partir de las indagaciones de un uniformado a partir del asesinato de un tipo. Todo enrevesado. Y la derecha italiana de la época retratada en la novela, como la que sufro dentro de las propias fronteras: filofascistas (y neofascistas, que tanto monta, monta tanto). Como peperos y falangitos, por si hacía falta aclarar.

Me costó mucho acabar este libro. El vocabulario me resultó arduo, e iba perdiendo el hilo todo el tiempo. El humor que gastan los escritores contemporáneos italianos vale la pena, eso sí.

martes, 14 de agosto de 2018

¿Leyendo EL GÉNERO EN DISPUTA, de Judith Butler?

Lo tengo en la mesita de luz desde hace unas semanas. Cada vez que lo veo, me acuerdo lo que me costó leerlo hasta la mitad hace unos años, lo duro que fue aceptar que no me enteraba de nada de lo que estaba leyendo, y me entran unas ganas obscenas de ver videos de gatitos de gym idiots o de un señor que rompe huevos con la mano izquierda.
Después me acuerdo que éste, el mío, no aquél, el que había retirado de la biblioteca, me costó 15 euros en Casa del Libro, y se me pasa.
Hoy lo estuve hojeando...

lunes, 23 de julio de 2018

Pascual Serrano: TRAFICANTES DE INFORMACIÓN. LA HISTORIA OCULTA DE LOS GRUPOS DE COMUNICACIÓN ESPAÑOLES

Creo que me lo compré en Iberlibro
o Todocolección, pero a saber.
La mía, segunda edición. Un respeto.
Pascual Serrano es un periodista español que, al momento de escribir estas líneas, trabaja en eldiario.es. El tipo está especializado en medios de comunicación, es muy crítico y tiene una mala leche de lo más inspiradora.

Yo me cabreé y disfruté a partes iguales, mientras leía Traficantes de información. El entramado gangrenoso entre poder y medios que te tira por la cabeza durante algo más de 300 páginas no es vivificante, precisamente. Pero eso sí, y vaya si se agradece, la escritura es ágil, nada petulante y llena de fuentes que justifican lo que dice. Como tiene que ser, si me preguntan.

Me lo compré después de verlo, no sé cuándo ni dónde, a Pablo Iglesias recomendándolo de forma muy efusiva. A partir de su lectura, me compré dos libros más, que todavía no leí: Los amos de la información en España, de Enrique Bustamante, y Cómo se fabrican las noticias, de Manuel López. No me quedé bien de cuerpo, y decidí darme un tiempo antes de seguir interesándome en el tema, es por eso que aún los tengo durmiendo en la biblioteca.

"Los grandes grupos se parecen cada vez más en sus estrategias y en su visión ideológica del mundo, por fuerza de su integración en el gran capital", nos pone sobre aviso Bustamante, su prologuista. Y desde el primer párrafo del primer capítulo Serrano ya nos deja bien clarito en qué se traduce esto: Brote de legionela en Murcia cuya responsabilidad era de El Corte Inglés, silencio de los medios locales. "El Corte Inglés es uno de los principales anunciantes de España", y la noticia se encapsula. Eso significa ideología, porque "lo de la libertad de expresión acaba cuando aparece el dinero y los nombres propios".

El libro se estructura a partir de los grandes grupos mediáticos, a los que dedica capítulos respectivos. Grupos mediáticos que se enfrentan y se potencian dependiendo de los intereses que los unen en conflictos y alianzas sin solución de continuidad, porque la pasta es la pasta. Y es por eso que el periodista señala lo complicado que es acceder a la sencilla información de quién carajo es el dueño de cada medio, porque precisamente los que trabajan informando se ponen opacos a la hora de informar quién carajo son. Incluso la mafia italiana está metida en el ajo, por no hablar de bancos de la lista Falciani, fondos buitre y demás. No están para preguntarle al espejito quién es el más bonito.

Los pósits que fui añadiendo hace tiempo me recuerdan que me interesó que Berlusconi tuviera sus manitas metidas en El Mundo y en Mediaset; que Prisa y Telefónica van de la manita; El el ABC y Las Provincias comparten algo más que las letras de molde; que ese casi campo de concentración que es Colombia no sale en los medios españoles porque allá a los medios españoles, fundamentalmente a Prisa, los tratan extraordinariamente bien; que Prisa apoyó el golpe de estado en Venezuela; que un directivo italiano de Telecinco, Marcello Dell'Utri, aparte de tener probadas conexiones con la mafia era un admirador confeso de Mussolini. Esas cosas. Un festival de mierda que nos cae en la cabeza, mientras nos dicen que llueve. Porque "desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta".






lunes, 16 de julio de 2018

Jean Baudrillard: EL OTRO POR SÍ MISMO

Me lo encontré en un rastro.
El otro por sí mismo es un pequeño ensayo del filósofo francés que acuñó eso de los "no lugares". Se lee en un par de días (yo lo hice).

miércoles, 11 de julio de 2018

Jordi Julià: ELS DÉUS DE FANG

Me lo encontré en El Doctor Sax,
una librería de viejo
pegadita al consulado de Italia en Valencia
a la que vale la pena visitar,
tienen libros de toda condición y pelaje,
y en un montón de lenguas.


Els déus de fang fue ganador del Premi Poesia Vicent Andrés Estellés de Burjassot en su edición de 2006. El autor, Jordi Julià, un escritor prolífico es poco.

El poemario, tal como pone sobre aviso al final del libro su autor, recoge distintos poemas escritos a lo largo de varios años.

A mí, creo, el que más me gustó fue My favourite things, bastante humorístico y con una onda que se me antoja bastante clara a eso que los yanquis llaman pasivo-agresivo. En L'Helena hay como una revisita al están verdes de la zorra y las uvas que me dejó desconfiado.

O sea, hay bastante distanciamiento irónico en el autor, casi todo el tiempo. No se permite grandes expansiones sentimentales, y cuando lo hace lo pone en boca de personajes, no de él mismo.

A mí me parece, si me preguntan, que Cap de Bacus, el primer poema, funciona a la manera de un prólogo, que te avisa de por dónde van los tiros, qué cosas hay que fijarse para ir pillando el hilo conductor al poemario. Entonces yo veo una obsesión por la traslación propia o ajena que siempre parece ser metáfora de algo, y que a veces es de verdad, en el espacio, y otras en el tiempo, es decir, figurada. Veo que la quietud sirve para observar a los otros, para morirse o para las dos cosas al mismo tiempo. Veo una permanente caída en la desilusión después de la ilusión. Veo una llegada al bosque que igual es revisitar el bosque de estatuas en el que se pierde el visitante del primer poema, pero seguramente ya me estoy pasando de rosca cuatro pueblos. Y sí, veo cosas.

A mí buscar estos hilos que se desovillan durante todo un poemario me articulan la lectura. Me hacen creer en la Intuición sobre todas las cosas. Son clavos ardientes, por supuesto, como cualquier profecía autocumplida que se precie de tal. Porque implica abrir los ojos para unas cosas, y cerrarlos para otras, hasta que todo parece preciso y aceitado como un reloj suizo, aunque haya más mundo allá afuera. Pero me parece que está bastante claro que las segundas lecturas de los poemarios hay que acometerlas con una estrategia definida.

viernes, 6 de julio de 2018

Jaume Pérez Montaner: FRONTERES

¿Dónde me lo encontré?
Fronteres ganó el primer premio de Poesía Vicent Andrés Estellés, allá en 1993. Lo editó Bromera, allá en 1994.

Jaume Pérez Montaner es un profe de la Universitat de València, con bastante obra publicada. Este poemario consta de seis secciones farcidas de prosa poética (o versos larguísimos, a saber), bastante inglés, caos gramatical, posibles intertextualidades que hay que estar bastante en el ajo para detectarlas y algo así como automatismo o flujo de conciencia.

No encuentro un camino hacia algún lugar sencillo de descifrar en Fronteres. Aquí lo han hecho.

sábado, 30 de junio de 2018

Rosa Serrano i Llàcer: VIATGE

Me lo encontré en una librería pegada
a la EOI de València.
Quedan varios ejemplares,
todavía, y están muy baratos.

Viatge, de Rosa Serrano, es una novela corta, muy cortita, estructurada en torno a las meditaciones de la protagonista durante un viaje sola, conduciendo su coche a Madrid. La protagonista recuerda episodios de su vida, se reencuentra con distintos paisajes del pasado, descubre nuevos y pierde otros. También, aunque a cuentagotas, va recordando tal y cual autor, algún libro u otro. La protagonista trabaja en una editorial.

La novela se lee rápido, y bastante bien. Está escrita a base de fragmentos que van acumulándose con separaciones de espacio en blanco. El estilo es ágil y fresco. Es una especie de monólogo interior muy estilizado, con la inocencia como estandarte y sin pirotecnia gramatical ni nada parecido.

¿Puede decirse que el viaje sea a ninguna parte? Quizás. A medida que pasan las páginas uno intuye que la protagonista está cada vez más distraída de la carretera, y se teme uno el golpe bajo de la resolución tremebunda. Después pasa lo que pasa, que ya es spoiler. Si me preguntan si el viaje es a ninguna parte, contestaré quizás.


domingo, 24 de junio de 2018

VV AA: Del proyecto educativo a la programación de aula

Este manual se lee, bien leído, con pósits y subrayados, en un par de días de lectura metódica y relativamente larga. Vale la pena. Ha sido escrito a fines del siglo XX, pero la normativa en lo que respecta a estas cosas tanto no ha cambiado y, si uno está más o menos en el tema, puede extrapolar de forma bastante accesible lo que ha quedado desactualizado.

El tema, interesante y necesario: cómo encaja lo que uno, como docente, tiene pensado hacer funcionar en su clase, con el PEC (Proyecto Educativo de Centro) de la institución educativa en la que uno trabaja.

El manual está pensado para el sistema educativo español, pero todo es extrapolable. Aparte, como suele pasar en este tipo de manuales pensados como manuales de supervivencia, le pega un buen repaso general a los fundamentos de la práctica docente, y eso nunca sobra.

¿Qué es el PEC? Básicamente, es el documento del centro en el que se recoge qué, cómo, cuándo, dónde y por qué del Centro. O sea.

sábado, 16 de junio de 2018

Josep Ballester: L'ODI

Me lo encontré en El Doctor Sax,
una dizque librería de viejo de València,
frente al consulado de Italia.
De hecho, sus dueños son italianos.
El espacio, encantador,
y lleno de libros en muuuuuchos idiomas.
De precio, bien.




L'odi es un poemario en valenciano que ganó, en 2004, el Premi de Poesia Ciutat de València. Su autor, Josep Ballester, trabaja en la Facultat de Filologia de la Universitat de València (o al menos trabajaba en ella cuando le dieron el premio).

El poemario está estructurado en distintas secciones, algunas de prosa poética y otras de poemas de los de toda la vida, con versos y estrofas.

Yo le paladeo una postura cínica a este poemario que no me termina de gustar. Muy acentuada al principio pero que se va aletargando a medida que pasan las páginas. Desesperación y cinismo buscando un punto de equilibrio. Sobre el final, se entrega al odio. A un odio fusteriano explicitado.

El último poema, sin título pero único integrante de la sección "De la ponderació del temps" (temps significa tiempo, por si alguien necesitaba saberlo), parece abandonar la rabia frente a la pérdida de sí mismo en tanto reflejo esclavo y muerto, para abrazar la desesperación por la pérdida de sí mismo en tanto envejeciente.

Yo, en general, enfrento mi propia sonrisa sardónica a los textos escritos con una ídem ídem, y me cuesta abrirme al placer de la lectura. Al final acabaron convenciéndome varias cosas de este poemario, de todos modos, pero no es el tipo de poesía que más disfruto leyendo. Hay pósits y subrayados.

domingo, 10 de junio de 2018

VV. AA.: Eufonia 17. El currículum oculto en educación musical

Me lo compré en Todocolección.
Después de cavilar unos días, al final, me compré el ejemplar 17 de la revista Eufonía, dedicado al currículum oculto en educación musical. No todo en la vida del opositor es leer Temario y leer legislación, estas cosas dan juego. Aparte, el tema me interesa.

Rebuscando en equipo editorial y firmas de los artículos, dos firmas rutilantes: Judith Akoschky y Silvia Malbrán. Ojo al piojo, entonces.

Entre los artículos, calidades dispares. Hay algunos que parece que sus autores jamás se preocuparon en investigar en nada que no sea su sentido común qué es eso a lo que dizque llaman currículum oculto —artículos sobre educación musical tocados de oído, vaya—, y otros mucho más reflexivos, informados y comprometidos. A estos últimos, seguramente, los acabaré leyendo varias veces.

sábado, 19 de mayo de 2018

Bibiana Collado Cabrera: COMO SI NUNCA ANTES

Me lo compré en una librería de segunda mano,
en línea ella.
Como si nunca antes es uno más de los varios poemarios que Bibiana Collado Cabrera, poeta valenciana, ha ido publicando hasta ahora en una carrera que parece bastante evidente que será larga y fructífera. Éste, dejando de lado poemas sueltos leídos o escuchados aquí y allá, es la primera obra suya que he leído. Si me preguntan, y si alguien se da por aludido, contestaré que ando bastante desesperadito por leer El recelo del agua, farcido de poemas más extensos y con la vida puesta en la memoria, por lo que he podido ver.

***

A partir de una segunda lectura, casi consecutiva, es que las piezas engranan en el poemario de Bibiana Collado, según lo veo yo. Lo que pasa es que Como si nunca antes es una lectura exigente, de estar en lo que estás —ahora lo llaman mainfulnes—, y como te descuides habrán pasado varias páginas de enterarte poco de qué va el asunto. A mí me paso, por ejemplo y a lo bestia, cuando he leído "¿He dicho que te quiero?" sin percatarme del título. No, no era un arrebato posmo del tipo "de tan malo/trillado es bueno/original" lo que acababa de leer. Para nada.

***

Como si nunca antes se interna por dentro de la piel de sus personajes. Insistentemente. Una resonancia puntualmente gore se te prende a los ojos en la repetición de los tendones, las vísceras o las venas como material poético. Las sábanas, rencorosas, húmedas de sudor y de agua, manchadas de cal, de ceniza, aferradas a la metástasis o cargándose el crecimiento personal de la autora de una manera cruel, embrionaria.

***

Quienes, como yo, hemos sido más y menos posmos en nuestra vida —yo he sido Generación X, pardiez, y Generación X una vez, Generación X para siempre—, sabemos que, a pesar de lo convencidos que estamos de que nada es verdad ni mentira, de que vemos que todo es mentira, de que vemos que nada es amor, si hay algo que nos obsesiona, que nos calienta la sangre, es la verdad, aunque debería ser la mentira. Y es que las formas de la mentira, bajo los ropajes de la falsedad, del cinismo ajeno —que siempre asociamos a la imbecilidad—, nos activa la carótida como sólo se la activa a quienes creemos en la Verdad por encima de todas las cosas. Así pues, la poeta dedica algunos de sus más agresivos versos a quien, definiéndose poeta anterior, se reivindica feliz y, por eso, más nunca poeta.

***

¿Y por qué se llama Como si nunca antes? Es el título del último poema, el que cierra el libro y, de alguna manera, parece que lo impugna. O no.

A mí me encanta meterme en el berenjenal absurdo de intentar musicalizar poemas (el genio o la genia que se le ocurrió la valiente ocurrencia de afirmar que la vara de medir calidades de las letras de las canciones es recitarlas sin la música, y a ver qué pasa, nunca se puso a pensar que ésta suele ser una tarea tan sin sentido como musicalizar poemas) y bueno, "Como si nunca antes" se presta muy bien para ponerle música. Es contundente y ambivalente, es decir, es inspirador. Y estoy seguro de que podría ser cantado como una canción de amor. Algo extraña, pero de amor.

Pero, sin embargo, nada más lejos. "Como si nunca antes" no viene a impugnar a Como si nunca antes, aunque al principio puedas comerte esa idea con patatas.

"Como si nunca antes", el poema, culmina el andar hacia el pesimismo de las páginas precedentes. Y es, para mí, imposible no hacerlo conversar con "La mentira", en el que la poeta recrimina la felicidad como coartada de algún alguien para no ser poeta. Tanto tiempo después, la felicidad es una venganza y forma parte de una impostura.

***

PD) Esta reseña no puede terminar con la palabra "impostura", che, no nos pongamos bestias e injustos. Reafirmo, pues, las ganas que tengo de leer El recelo del agua. Por temas y tratamiento —que es, ni más ni menos, que de lo que se trata.

sábado, 5 de mayo de 2018

Erri De Luca: IL TORTO DEL SOLDATO

Lo compré en una librería.
Hay traducción al castellano, por supuesto.
Desde hace un tiempo hay una novela, I pesci non chiudono gli occhi, que quería leer después de no sé qué reseña que me crucé por ahí que la recomendaba por cosas que me parecieron recomendables. Hace un tiempo, también, que me regalaron una traducción al catalán de esta novela, que tengo todavía en mi mesita de luz y que me resistía a leer, precisamente, porque estaba traducida. Pero ahora me parece que caerá, traducida y todo.

No recordaba el nombre del autor de I pesci, y creo que cuando me compré este libro tampoco es que los relacionara para nada, era simplemente un libro más en italiano para meterme entre pecho y espalda, cortito y de tema que puede interesarme, como a mí me gustan si los leo en italiano.

En seguida me enamoraron algunas cositas de esta novela, eso que se llaman hallazgos en los escritores nóveles, que De Luca no lo es, por supuesto. Reflexiones en torno a la verdad, su relación con ella si se es omnipotente o escritor, esas cosas. Bastante frase bonita.

La novela se estructura en dos secciones, se equilibra en paralelismos. En la primera sección, una especie de alterego del escritor nos cuenta que está traduciendo del yiddish una novela relacionada con el Holocausto. En la segunda, la hija de un criminal nazi huido a la Argentina nos cuenta su vida y la de su padre.

De un tiempo a esta parte hay muchísimos escritores que gustan construir sus textos en forma de espejo, haciendo que elementos de toda condición vuelvan a aparecer, transformados o no, equilibrando el asunto. En Il torto del soldato hay bastante de eso. Cosas como "la pura verdad" son dichas por personajes judíos perseguidos y por nazis perseguidos. La hija del nazi decide esterilizarse a sí misma para que no haya ninguna posibilidad de transmitir nada de la personalidad de su padre, es decir, se aplica a sí misma una técnica eugenésica, como hacían los nazis. La hija del nazi, a pesar de compartir la mentira en la que vive junto a su padre, a pesar de vivir oculta junto a él en tanto al abrigo de las miradas ajenas que lo buscan para, descubriendo su verdadera identidad, juzgarlo y condenarlo, se gana la vida como modelo al natural, es decir, desnuda ante las miradas de los estudiantes que la pintan. El nazi se obsesiona con la kábala, que es un arte adivinatorio judío basado en la palabra, y sella su destino a partir de la fortuita lectura de una palabra en yiddish de entre los papeles del escritor, en el fortuito encuentro que sucede entre ambos y que concluye la primera sección. El mismo título de la obra, "el crimen del soldado", remite a la pugna entre dos visiones encontradas. Esas cosas.

No parece, De Luca, un autor al que haya que dejar de leer, la verdad. En la mesita de luz me espera Els peixos no tanquen els ulls. Caerá.

sábado, 28 de abril de 2018

Rimas de Bécquer

Me lo encontré
en una casa de empeños.
Costaba 60 centavos.
Las Rimas empiezan con hojas en las tormentas y con contemplaciones de los abismos, entonces da un poco de miedo seguir leyendo, pero en seguida el poeta parece que aludiendo a esas tormentas y abismos estuviera desembarazándose de viejos ropajes. Y es de agradecer, además de ser la clave, seguramente, por la que las Rimas están a otro nivel.

Al final termina uno admirando a Bécquer, leyendo su poemario. Al Bécquer poeta, quiero decir, aquél que supo tan bien ir encajando poemas hasta construir una sólida biografía de sí mismo en tanto tipo que crece y cambia perdiéndolo todo en el camino. Varias veces me descubrí a mí mismo diciendo que sí con la cabeza, musitándole a Bécquer que sí, que sí que sabías componer maravillosamente bien un poemario, hacer que las piezas encajen.

¿Lo que dice? Y, a veces estás de acuerdo, a veces no. Lo que comenta Cano, en fin...

sábado, 21 de abril de 2018

Federico García Lorca: ROMANCERO GITANO

Hace unos días me compré, en una casa de empeños, una aviejada edición mexicana del Romancero gitano y de Poeta en Nueva York, con la "Oda a Salvador Dalí" intercalada.

En Argentina, creo, tuve dos veces el Romancero gitano. Una, en fotocopias, la otra de Losada. Ahora tengo en casa una de Losada diferente a la que tenía en Buenos Aires. La edición, de la imprenta que tenía mi abuelo en Colegiales. Después vendida en una librería de Madrid, según se intuye de una estampillita pegada en las últimas páginas. Finalmente, a mis manos que llegó, no recuerdo cómo.

Ya leí varias veces este poemario. Siempre cautivador y sorprendente, siempre haciendo que me reconcilie un poquito con mi mala memoria que permite que vuelvan a impactarme como primeras veces las animaladas sublimes que García Lorca escribía.

Cervantes virtual tiene una versión en línea de este libro, cuyos derechos de autor expiraron antes de lo que deberían por obra y gracia de los que, posteriormente, fundaron el Partido Popular.

Me da bastante pudor ponerme a repetir como lorito lo que he ido aprendiendo porque alguien me lo enseñó acerca de la poesía de Lorca. Básicamente, hay que estar atentos al color verde y a la luna. A todo símbolo fálico, a cualquier fluido corporal no del todo asqueroso. "Verde que te quiero verde" lo conocen hasta los perros, y a todos les gusta. Lo he escuchado mientras lo cantaban de forma gozosa, porque "verde que te quiero verde" es inspirador y evocativo, porque el verde recuerda la vida, su nacimiento y su pujanza, y porque está metido ahí en el medio el amor, la querencia. Pero el verde, según me han contado y yo me lo creo, es la muerte avanzando sobre un cuerpo que se va pudriendo en el fondo de un aljibe, apenas sostenido por el agua quieta y que la madrugada congela en parte. Y la muerte, espolvoreándolo todo bajo una capa de virutas de estaño, que lo extraña todo. 

Calculo yo que al Romancero gitano hay que leerlo regularmente, cumplir un ritual vital, buscar un ritmo propio que dure algunos años, y dejar de leerlo cuando uno ya esté viejito. Ahora y en la hora e mi muerte, básicamente.

domingo, 1 de abril de 2018

Jennifer Bassett: THE PHANTOM OF THE OPERA

Un compi de trabajo me lo dio.
Nunca leí El fantasma de la ópera hasta que me crucé con esta versión adaptada. Para mí, el fantasma de la ópera es un tipo más feo que pegarle a la madre, con una máscara como las venecianas y que toca la Tocata y Fuga en re menor de Bach. Tengo malas experiencias con la novela gótica, en el sentido de que Drácula me parece terriblemente mala (convengamos que después de alimentar un climax durante un viaje que dura setenta y cinco mil páginas, la forma que se ventilan a Drácula, como que no...) y que Frankenstein, en fin, dejémoslo estar.

Andá a saber qué tal estará leerse una versión completa de esta novela. Pero mi versión de Oxford Bookworms Library, para qué, está muy bien. Las cosas que pasan y los escenarios me parecen el no va más de las resonancias simbólicas. Una casa en el medio de un lago debajo de un teatro. Ríos pintados en las paredes que serpentean y se ríen de los personajes mientras los matan lentamente. Wow. Esas cosas pegan cosa mala.

Mi librito es un Stage 1, amarillito, bien for dummies hipotéticamente. Pero está plagado de frases en pasado y de preguntas que exprimen a conciencia su repertorio de 400 palabras. O sea, si acabás de aprobar hace unos meses un triste A2 de inglés, como es mi caso, te vas a cruzar con infinidad de frases que en la puta vida las hubieras escrito como Jennifer Basset lo hizo.

La verdad es que he quedado bastante desesperado por meterme entre pecho y espalda una versión completa de esta novela...

martes, 27 de marzo de 2018

Leonardo Sciascia: UNA STORIA SEMPLICE

Me lo compré nuevo, en librería y todo.
Una storia semplice es, por una parte, el típico policial negro en el que, si sale bien la cosa, como es el caso, lo último que te acaba interesando es quién es el asesino y, por el otro, como ha salido bien la cosa, una lectura que te arranca varias carcajadas pequeñas y amargas.

Sciascia ubica su novela en una Sicilia absolutamente rota, corrompida y en la que no se salva nadie. Unos, porque están percudidos de porquería; otros, porque aún tienen ánimos para salvar los muebles, para sobrevivir, y nadie queda incólume.

No hay inocentes en el librito de Sciascia. Y es de agradecer que no haya escrito su historia con la típica sorna posmo ante los culpables, hubiera sido indigerible. De todos modos, no creo yo que esta simple historia pueda ser contada posmoderneando.

Una extraña muerte, piezas que no encajan, dos cuerpos de policía (o como sea que se llamen allá en la bota) que se odian, un poco de nada es lo que parece, un final obscena y ahítamente tremebundo.

Dicen por ahí que la presencia de la mafia y del tráfico de drogas es palpable para quien sabe buscarla. Puede ser. Yo lo leí en italiano, y la verdad es que se me escapó el asunto.

Supongo que a quien le gustan novelas como Wilt o como La esmeralda candente, le tiene que gustar Una storia semplice. No es desopilante como aquéllas, pero tiene aquí y allá su punto. A pesar de que, como me dijeron hace un rato, una historia en la que esté la mafia de por medio nunca puede ser divertente.

Hay peli, y hay un tipo que se grabó leyéndola si se lo busca en YouTube. Hay, también, traducción al castellano.

lunes, 19 de marzo de 2018

Miguel Llor: EL SOMRIURE DELS SANTS (The Smile of the Saints - Il sorriso dei santi)

Criando vientos...


Han pasado cuatro años, y Laura decide volver a casa, con el cerdo de su marido, quien apenas la ve entrar a su habitación le echa los suficientes polvos como para volver a salir de la habitación ya al día siguiente, con el cuerpo y el aliento (de él) tan agrios como al comienzo del reencuentro. A Laura no le ha parecido mal, lo cual es normal, porque el personaje está muerto y es el autor quien lo ha matado. Los muertos no sienten, por si hacía falta aclararlo.
...cosechando tempestades


La trama se deshilacha, ni el autor demuestra mucho interés en ella. Los conflictos no son tales, porque son irresolubles. Pasan los años como suspiritos fraseados, alguno que otro parrafeado. Se nos cuenta que el cerdo del marido seguirá igual como es hasta el día de su muerte, y de eso nos enteramos a la mitad de la novela. Pasa la Guerra Civil, esa rebelión de las masas.

Leí esta novela apesadumbradamente. Es muy cortita, y me costó mucho acabármela. Laura da vueltas y vueltas, y vuelve al mismo lugar. Si en la primera novela se recluye en un convento, en la definitiva la definitiva reclusión es en su propia casa, junto a un marido que, como todos los hombres que se interesan en ella, no la merecen ni están a la altura de sus zapatos pero que, curiosamente y al mismo tiempo, el autor nos lo revela como mejor que Laura, a su manera, porque, como los peronistas borgeanos, no es ni bueno ni malo, el pobre, sino incorregible.

Teresa y Laura, las cuñadas, siguen adelante como pueden. Se saben y sienten malas e indignas de compasión, y tienen la autoestima por los suelos. Su mayor pecado es no amar a un hombre. Mismamente como la viuda señora Oriol, que se lo revela a Laura en una de las postreras conversaciones que la protagonista tiene con ella.

La tristeza y humillación paralizan a los hombres, pero infunde fuerzas a las mujeres, en esta novela. Aun así, la historia de Laura no puede ser más funeraria, porque Laura está muerta, es un autómata que vive, a su manera, para los demás. El autor, ambivalente pero impiadoso, no puede evitar explicarnos la indigencia sentimental de Laura, su incapacidad para el amor cuando casi no quedan páginas para restregárnoslo por la cara. Se muere Magem, el viejo medio loco y casi amigo íntimo de Laura, y ésta se descubre a sí misma como si acabara de llover.

Cuentan por ahí que El somriure dels sants fue una intentona de Llor de congraciarse con quienes había ofendido en Laura a la ciutat dels sants. Puede ser. Me cuesta ubicarme en la época, y quién sabe. Transformar a Laura en algo homologable a la peor de todas quizás funcionaba para eso.

***

Versión en inglés


Four years have passed, and Laura decided to return to home to stay with her husband. He's a pig, and he fucks her again and again, the whole night of Laura's return, since the sun rises next morning. Laura, although her suffering and her husband's sour breath, didn't found it so bad, which is a normal thing, because the character is dead, the author have killed her. Deads feel nothing, if such dettail is necessary.

Kids get born and Laura follows the recommendations of her contemporary moral autorities, which means that she is so submissive and just accepts everything her husband does.


The plot just colapses, not even the author shows so much interest of it. Conflicts are not really such things, because they have no possible solution. Years passes like sight, and we know that the husband will not change until the day he dies, and you realize that in the middle of the novel. Civir War alwo passes, such Revolt of the Masses...


I read the novel with greaf and sorrow. It is so short, but that didn't help me to finish it. Laura goes around and around and she finished in the first place she starts. If in the first novel Laura cloded hersef in a convent, in the second novel Laura recluded herself in her home, besides her husband who is not worthy of her, but the Author shows as a better person in his own and especial way just because he is nor good nor bad person, poor thing...


Teresa and Laura, the sisters in law, they just go ahead and do the best they can. They all know that they are bad and unworthy of compassion, and their selfestim simply don't exist. Their worst sin is not loving a man. Same Ms Oriol, the widow, as she revealed Laura in one of their last conversations.


Sadness and humiliation stop the men, but are a source of strengh to the women. However, The story of Laura is anything but a funeral, because she is dead, she is just an automat who lives for others. The author, ambivalent but merciless, just can't stop rubbing in our face how incapable of loving Laura is, when the novel is barely ending. Magem, the old crazy friend of Laura dies, and she found herself feeling nothing.


They say that El somriure dels sants (The Smile of the Saints) was Miquel Llor trying to ingratiate to people who was so offended by Laura a la ciutat dels sants (Laura in the city of the saints). Maybe. Hard thing trying to put yourself in that time, so who knows. Transforming Laura in the worst of all was maybe his best shot.


Versión en italiano:


Sono passati quattro anni, e Laura decide di tornare a casa con suo marito, un porco che appena la vede decide di scoparla milla volte fino all'alba. Laura usce de la camera da letto molto addolorita a causa dall'ostile tratamento e con il ricordo del suo alito pesante. Laura, purtroppo, non ha presso male questa tortura, che è normale, perché il personaggio è morto. L'autora ha usciso Laura, e i morti non sentono niente, per scontato.


I figli nascono, e Laura rispetta scrupulosamente tutti i consigli delle autorità morali del tempo.


La trama crolla, ne anche l'autore ne mostra troppo interesse. I conflitti non sono tali, perché sono irresolvibili. Gli anni passano come un sospiro. Ci si raccontano che il porco, il marito non canvia niente fino quando muore, e ci raccontano c'ò nel bell mezzo del romanzo. Anche la Guerra Civille passa, quella Revelione delle Masse.


Ho fatto molta fatica a leggere questo romanzo, che purtroppo è abbastanza breve. Laura gira e gira e rittorna sempre allo stesso posto. Se nel primo romanzo Laura si ritira in un convento, nel romanzo definitivo il definitivo ritiramente sucede a casa sua, accanto suo marito il cui, come tutti gli altri uomini che incrociano i suoi passi, non è degno neanche di baciarli i piedi, pur essendo meglio di lei, secondo l'autore, perché nel suo molto particolare modo non è né buono né cattivo, quel poveretto...


Teresa e Laura, le due cognate, continuano le loro vitte come si può. Loro si sanno e si sentono cattive e non meritano nessuna pietà. La loro morale è a pezzi. Il loro peggior pecato è quello di non amare un uomo, lo stesso della vedova Oriol, che lo rivela Laura in une delle ultime chiacchierate con la protagonista.


La tristezza e l'umiliazione paralizzano agli uomini, però infondono forza le donne, in questo romanzo. Purtroppo, la storia di Laura non può essere più funeraria, perché Laura è morta, è un'automata che vive, a suo modo, per gli altri. L'autore, ambivalente però spietato, non può evitare di ci mostrare l'indigenza morale di Laura, la sua incapacità di amare quando non restano più di poche pàgine per finire il romanzo, e ci lo sbatte in faccia. Muore Magem, un vecchio pazzo e pratticamente amico intimo di Laura, el lei non prova niente per lui.


C'è chi dice que El somriure dels sants è stato un tentativo de Miquel Llor per ingraziarsi con quelli ofessi da Laura a la ciutat dels sants, il primo romanzo della serie. Può darsi. É dificile collocarsi nella prospettiva dell'epoca, quindi chi lo sa. Trasformare Laura in una sorta della piggiore di tutte forze ha funzionato in questo modo.    


***


Versión en catalán


Han passat quatre anys, i Laura decideix tornar a casa, amb el por del seu home, qui a penes la veu entrar a l'habitació la fot prou vegades perquè torni a eixir-ne, a l'altre dia, amb el cos i l'alè (de ell) tan agre com en començar el retrobament. Laura no l'ha trobat malament, la qual cosa és normal, perquè el personatge és mort, l'autor l'ha matada. Els morts no senten gens, per si calia aclarir-lo.


Naixen els fills, Laura segueix al peu de la lletra les recomanacions de les autoritats morals del seu temps.


La trama es desfila, ni tan sols l'autor hi mostra molt d'interés. Els conflictes no hi són, perquè són irresolubles. Els anys passen com a sospirs. Ens conten que el porc del marit seguirà igual a si mateix fins al dia de la mort, i d'això ens enterem al bell mig de la novel·la. Passa la Guerra Civil, eixa rebel·lió de les mases.


Vaig llegir aquesta novel·la apesaradament. És un llibre molt curtet, i vaig patir molt a acabar-me'l. Laura gira i gira, i sempre torna al mateix lloc. Si en la primera novel·la es reclou en un convent, en la definitiva la definitiva reclusió és a casa seua, al costat del marit qui, com tots els hòmens que s'interessen per ella, no l'arriba ni a la sola de les sabates però que, curiosament i al mateix temps, l'autor ens el revela com a millor que Laura, a la seua manera, perquè el pobre angelet no és ni bo ni roín, és incorreglible, simplement.


Teresa i Laura, les cunyades, perseveren com poden. Se saben i se senten roïnes i indignes de tota compassió, i tenen l'autoestima com un drap brut. El seu major pecat, no estimar un home. El mateix de la vídua Oriol, la qual ho revela a Laura en una de les seues darreres converses.


La tristesa i la humiliació paralitzen els hómens, però infonen forza les dones, en aquesta novel·la. Tot i així, la història de Laura no pot ser més funerària, perquè Laura és morta, és un autòmat que viu, a la seua manera, per als altres. L'autor, ambivalent però impietós, no pot estalviar-se d'explicar-nos la indigència sentimental de Laura, la seua incapacitat per a estimar quan ja pràcticament no queden pàgines per passar-nos-ho per la cara. Mor Magem, el vell tocat de l'ala i mig amic íntim de Laura, i ella com qui sent ploure.


Hi ha qui diu que El somriure dels sants va ser una temptativa de Llor de congraciar-se amb qui s'havien enfadat a causa de Laura a la ciutat dels sants. Potser. Em costa ubicar-me en l'època, i qui sap. Transformar Laura en una mena de la pitjor de totes tal vegada funcionava d'aquesta manera.


domingo, 25 de febrero de 2018

VV. AA.: Italiano per stranieri. 202 esercizi A1-A2 con soluzioni e grammatica di riferimento

No me quedó más remedio que comprarlo en Amazon,
deles dios mal galardón:
me costó un huevo, por supuesto.
Ya me lo estoy acabando. Me queda una semanita o así de ejercicios. El examen de certificación de mi humilde A2 de italiano que me hará inflarme como un pavo real cuando lo tenga está a la vuelta de la esquina, y este par de libritos vienen muy bien para ese objetivo tan sencillo que puede tener cualquier estudiante de lenguas, es decir, disponer de un buen puñado de actividades sistemáticas y progresivas sin tener que calentarse mucho la cabeza buscándolas.

Mi Italiano per stranieri cuenta con numerosos ejercicios de meter la letra del masculino o femenino, muchos de poner artículos y esas cosas, muchos de conjugar en presente, passato prossimo, futuro semplice, passato imperfetto. Mucha lectura, mucha comprensión de texto, mucho ordenar frases. Poquito de vocabularios específicos del tipo la casa, los viajes, el cuerpo, ir de compras y esas cosas, así que ojo al piojo con eso.

¿Estoy contento con mi compra? Pues sí.

domingo, 18 de febrero de 2018

VV.AA: Cuerpo de Maestros. Educación Musical. Temario

Quizás lo compré directamente a la editorial Mad.
Quizás lo compré en Casa del Libro. O vaya uno a saber.
Lo que sí sé es que me costó un huevo.
A mi manera, quiero bastante a este libro, a este manual. No puedo decir "a mi muy especial manera", porque mi amor se nutre del viejo te amo, te odio, dame más que guía tantas de nuestras decisiones.

Este temario es de los pocos libros que tengo subrayados y anotados del principio al final, a lo largo de sus más de 700 páginas. A pesar de que nunca he sido consecuente con mi propósito de leerme un tema al día (desde) ahora y (hasta) en la hora de mi muerte (o de aprobar con plaza la oposición, lo que suceda antes), lo cierto es que ya lo leí más de una y más de dos veces.

Yo miro mi Temario, lo observo, le cuento las manchas de café, las páginas pegadas con cinta adhesiva y de prisa (ya que salía tan caro podría haber sido encuadernado con hilo, en vez de con pegamento y arreando...), las arrugas, roces y roturas, y me hace acordar al tremendo y trajinadísimo diccionario ¿Oxford? que un muchacho (que "conocí" viendo un documental) usaba para preparar sus participaciones en los concursos de deletreo a los que los anglófonos son tan aficionados. Y muchas veces es bueno leer y releer mi Temario, porque se me olvidan cosas que me las refresca, y vuelvo a reflexionar y a encajar piezas.

Es bastante evidente que mi Temario fue escrito muy, muy rápido. Muy de prisa, o sea. Eso se nota aquí y allá, en frases que no están todo lo bien que podrían estar, en repeticiones de cosas que no hace falta repetirlas, en algunos tópicos apelados como si de salvavidas se tratara, en citas bibliográficas a la que te criaste. Pero qué paliza inalcanzable parir semejante tocho. Ya sé que hay gente que si se le da por escribir setecientas páginas le sale un Ulysses, es claro, pero mis respetos.

Obviamente, a la LOMCE ni está, ni se la espera en mi Temario de 2010. Ni qué hablar del decreto de Currículo de la Comunitat Valenciana ni el resto del entramado legal pedagógico de la terreta. Es un contratiempo, pero me obliga a leer con las antenas paradas.

Ahora salieron versiones adaptadas a la nueva normativa. Es lo que hay.

sábado, 3 de febrero de 2018

Miquel Llor: LAURA A LA CIUTAT DELS SANTS

Me lo habré encontrado en algún rastro.
Leí Laura a la ciutat dels sants hace unos cuantos, cuantos años. El prólogo de mi edición popular me avisa de que Miquel Llor cometió, lustros después, el pecado de escribir El somriure dels sants, pero seguramente lo leí después de leer la novela, porque si no no la habría leído. Mi ejemplar de tapas blandas, de Edicions 62 y "La Caixa", está bastante más subrayado y anotado en las primeras páginas que en las últimas, como corresponde (y mirá que odio cruzarme con libros anotados al principio y desanotados al final, qué asco y qué vergüenza ajena que me dan). Las mías son las anotaciones de un extraño, en definitiva. Las de un tipo que, alguna vez, acusó al autor de no comprender a su personaje, allá por la página 69. A saber.

Hace unos días me compré por Internet un ejemplar de El somriure dels sants que todavía no me llega. Es una primera edición, aunque baratísima. Me imagino que odiaré al autor aún más que ahora, que sólo tengo referencias de segunda mano acerca de cómo traicionó ¿su alma? para salvar ¿el culo?

En fin.

Que me cuenten a mí que no hay verdad y mentira en la ficción, a ver si me lo creo.


domingo, 28 de enero de 2018

Laura Ingalls Wilder: LITTLE HOUSE ON THE PRAIRIE

Lo conseguí en una casa de empeños.
Hace un rato terminé de leer Little House on the Prairie en una versión adaptada por Oxford. Es claro desde el principio por qué este libro ha sido tan inspirador, por qué tantas generaciones han seguido fascinadas las aventuras de la familia Ingalls, tanto en su versión original como, posteriormente, en la serie de TV.

Little House on the Prairie es una novelita de aventuras en la que, al menos en mi versión adaptada, prácticamente en cada capítulo la familia Ingalls se enfrenta a un grave peligro o contrariedad y encuentra la forma de salir bien librada. Al capítulo 6, en el que la familia Ingalls casi acaba diezmada por una epidemia de malaria, le sigue el capítulo 7, en el que las hermanitas reciben in extremis su regalo de Navidad gracias a Mr Edwards, un vecino que cruza a nado un río cercano, en pleno invierno, para poder acercárselos, contándoles que papá Noel le encargó hacerlo porque está ya muy viejito para hacerlo por sí mismo. Bastante antes, habían salido bien librados de una manada de lobos que los acechaban por fuera de la casa a medio construir, sin puertas ni ventanas. Antes y después, las inquietantes y muchas veces indescifrables visitas de los indios de la zona, quienes surgen como oponentes pero que acaban jugando en la historia un papel clave, profundo y nada maniqueo.

La autora es la protagonista de la novela, que no de la aventura (Pa acapara este rol, casi siempre es el que encuentra las soluciones si éstas necesitan de brazos fuertes, corazón ancho y un poquito de astucia o habilidad. Pero su lugar es misterioso, porque es la autoridad indiscutida).

Laura Ingalls, contándose a sí misma en tercera persona, es quien acaba mostrando su alma y sus incógnitas. Su corazón bate con fuerza cada vez que suenan los tambores indios a la noche, y si le preguntan por qué deseaba tan desesperadamente quedarse con un bebé indio que pasaba llevado por su madre durante un éxodo hacia el oeste de las tribus cercanas, apenas puede articular que "sus ojos eran tan negros...", llorar, y no poder siquiera explicarse a sí misma qué había querido decir. Mientras, la Laura Ingalls adulta, la que escribe la historia, no deja de señalar el porte de los indios, su piel perfecta y salvajemente bronceada, su habilidad para dejarse ver sólo cuando se les antoja, el brillo de sus ojos y lo espectacular de sus atuendos, cuando los llevan. En un Estados Unidos donde la segregación manda, el fascinado terror que los indios despiertan en Laura debía sonar a sacrilegio (me encantaría saber si Little House on the Prairie tiene su El somriure dels sants que así, a bote pronto, se me antoja inevitable...).

Me encantaría saber, además, si la elección de Laura Ingalls como protagonista de la novela no tiene toda la intención de que lo inaceptable sea asumible, porque son sólo tonterías de una niña. A saber.

Éste es otro de los libritos adaptados que, si alguna vez lo encuentro en su versión integral, estaré encantado de volver a leerlo.

sábado, 20 de enero de 2018

Ariel Dorfman y Armand Mattelart: PARA LEER AL PATO DONALD. COMUNICACIÓN DE MASA Y COLONIALISMO

Me lo trajo un tío una vez que vino de visita.
En Argentina teníamos la vieja
edición de tapas blancas,
que no sobrevivió a la mudanza internacional.
La encuadernación, espantosa:
ya se resecó el pegamento y se está
partiendo y las hojas despegando
(menos mal que me gusta horrores coser
las páginas de mis libros favoritos
cuando se deterioran).
Espantosa es, además,
la copia de alguna edición anterior
que hicieron para sacar adelante la que conservo:
las imágenes tienen una calidad patética,
y las letras parecen comidas por ratoncitos...












Cuando se estrenó El rey león, en 1994, yo contaba con 20 añitos y con algunas lecturas sencillas, como el Manifiesto comunista, el Diario del Che en Bolivia o Para leer al pato Donald, entre pecho y espalda. Lo que vi en El rey león fue que los poderosos estaban como predestinados tales (gracias, Góngora), que quienes disputar su poder osaban inevitablemente feos, sucios y malos eran (gracias, Yoda), y que cuando los poderosos conservaban o recuperaban su poder todo volvía, milagrosa pero naturalmente, muuuuuuuy naturalmente, a la abundosa normalidad.

El otro día volví a ver El rey león, y lo que vi fue, de lo mismo, un 75%.


El "manual de descolonización" intitulado Para leer al pato Donald es un recontraclásico entre las lecturas que una persona más o menos de izquierda tiene que leer si es latinoamericana. Habla más o menos de las mismas cosas que El currículum oculto, esto es, de cómo la ideología dominante casi no necesita ser explicitada para ensuciar todo lo que toca.
















Dorfman y Mattelart analizan viñetas como éstas:

Aquí, mostrando cómo el reino de la fantasía
no teme chapotear en el barro de la realidad
(para mayor gloria del Tío Sam, por supuesto).

Poco hay que añadir al respecto, pero los autores lo hacen, y con altura.
También analizan la forma en que los nativos (poco importa si son de Papúa, aztecas o árabes de algún desierto indeterminado) se relacionan con los occidentales. Los nativos siempre son buenos en el fondo, les sobran sus recursos naturales y dependientes de que los occidentales los salven a cambio de esos recursos naturales que, en el fondo, no les sirven para nada porque son puros y no dependen del vil metal. Son felices así, respirando.

Las ediciones o reimpresiones argentinas (la mía es de 2005, y las hay al menos hasta 2012, que es la que venden Casa del Libro o la fnac; aunque ediciones anteriores se encuentran más baratas si se busca por ahí) cuentan con un prólogo de Héctor Schmucler que da buena cuenta del escándalo que las fuerzas vivas de distintos países impulsaron contra este libro.

Hay una entrevista en la que Dorfman manifiesta que Para leer al pato Donald "fue escrito en un momento de lucha social en Chile y dentro de una revolución que intentó cambiar todo. Se escribió en diez días, en el calor de la lucha por la supervivencia". Y sí, era el gobierno de Allende, cuando parecía que todo podía cambiar y después llegó Pinochet de la mano de sus aliados yanquis. Así funciona.

Para leer al pato Donald no es, pues, un libro perfecto, ni muchísimo menos. Pero aporta una mirada imprescindible. Con mucho menos talento y seriedad que Dorfman y Mattelart, cualquier hijo de puta neoliberal se transforma en un gurú amado por los medios, así que no jodamos.