Me lo encontré en una casa de empeños. Costaba 60 centavos. |
Al final termina uno admirando a Bécquer, leyendo su poemario. Al Bécquer poeta, quiero decir, aquél que supo tan bien ir encajando poemas hasta construir una sólida biografía de sí mismo en tanto tipo que crece y cambia perdiéndolo todo en el camino. Varias veces me descubrí a mí mismo diciendo que sí con la cabeza, musitándole a Bécquer que sí, que sí que sabías componer maravillosamente bien un poemario, hacer que las piezas encajen.
¿Lo que dice? Y, a veces estás de acuerdo, a veces no. Lo que comenta Cano, en fin...
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