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domingo, 21 de febrero de 2021

Rudyard Kipling: CAPITANES VALIENTES (adaptado)

No es nada caro.

Almadraba tiene una curiosa colección de clásicos de la literatura universal adaptados al público infantil del cual he leído, ya, La llamada de lo salvaje y, ahora mismo, Capitanes valientes.  Curiosa, digo, porque los textos no están justificados, y básicamente por eso. Son como poemitas o romances, visualmente, y la factura es muy cuidada: buen papel, ilustraciones bonitas.


Capitanes valientes no es un libro que yo haya leído en mi juventud. Creo que tenía un ejemplar, pensaba que era de la colección Robin Hood y juraba que en la portada había un niño al timón de un barco muy derecho y muy sonriente, pero parece que eran todas imaginaciones mías.


La historia, sin sorpresas. No, al menos, en mi versión adaptada: un niño rico cae por la borda, es rescatado por un barco pesquero, madura al costado de los rudos hombres de mar. Y, después, el equilibrio natural se restituye, porque de ninguna manera el niño rico podía dejar de serlo, es decir, de naturalmente mandar sobre otros hombres a su mando y obedeciéndolo, que es para lo que nacieron y hay que estar loco para pensar lo contrario.


En fin.


lunes, 4 de enero de 2021

Jack London: THE CALL OF THE WILD y LA LLAMADA DE LO SALVAJE

A mí Jack London siempre me ha gustado. Es de esos autores que uno lee cuando toca leer a Salgari, Verne o Wells, me parece a mí, pero creo que lo agarré un poco más mayor. 

En el cole donde trabajo estamos haciendo eso que se llama "tertulias dialógicas", y me tocó leer una versión adaptada de The Call of the Wild con alumnos de 4.º de Primaria. Mientras tanto, y hasta hace unas horas, en realidad, he ido leyendo la versión original y una traducción integral al español que aún no he acabado.

La versión adaptada, editada por almadraba, no está nada mal. Evidentemente se deja algunas cosas en el tintero, pero el resultado no deja de ser un libro potente que posibilitó el debate.

La edición que me conseguí en Amazon, bastante lamentable. Por suerte el texto es integral, pero la factura es totalmente amateur. 

Me ha costado bastante leer la versión en inglés, dejando de lado temas de edición. No controlaba nada bien el vocabulario, básicamente, ni determinados giros que, me parece, son medio anticuados y que me dificultaron bastante la comprensión.

Buck es un protagonista que hace cosas buenas y malas. Eso dispara el debate, en una tertulia dialógica. Es un perro que lo roban de su casa y se lo llevan a Alaska, a trabajar tirando un trineo. Sobrevive y se hace fuerte porque aprende de sus errores, hasta convertirse en una máquina de matar de buen corazón. Y sí. Es Jack London. 

A mí me encanta Jack London.

PD) Si querés apoyarme económicamente, podés hacerlo en Patreon.

 

 

domingo, 1 de abril de 2018

Jennifer Bassett: THE PHANTOM OF THE OPERA

Un compi de trabajo me lo dio.
Nunca leí El fantasma de la ópera hasta que me crucé con esta versión adaptada. Para mí, el fantasma de la ópera es un tipo más feo que pegarle a la madre, con una máscara como las venecianas y que toca la Tocata y Fuga en re menor de Bach. Tengo malas experiencias con la novela gótica, en el sentido de que Drácula me parece terriblemente mala (convengamos que después de alimentar un climax durante un viaje que dura setenta y cinco mil páginas, la forma que se ventilan a Drácula, como que no...) y que Frankenstein, en fin, dejémoslo estar.

Andá a saber qué tal estará leerse una versión completa de esta novela. Pero mi versión de Oxford Bookworms Library, para qué, está muy bien. Las cosas que pasan y los escenarios me parecen el no va más de las resonancias simbólicas. Una casa en el medio de un lago debajo de un teatro. Ríos pintados en las paredes que serpentean y se ríen de los personajes mientras los matan lentamente. Wow. Esas cosas pegan cosa mala.

Mi librito es un Stage 1, amarillito, bien for dummies hipotéticamente. Pero está plagado de frases en pasado y de preguntas que exprimen a conciencia su repertorio de 400 palabras. O sea, si acabás de aprobar hace unos meses un triste A2 de inglés, como es mi caso, te vas a cruzar con infinidad de frases que en la puta vida las hubieras escrito como Jennifer Basset lo hizo.

La verdad es que he quedado bastante desesperado por meterme entre pecho y espalda una versión completa de esta novela...

domingo, 28 de enero de 2018

Laura Ingalls Wilder: LITTLE HOUSE ON THE PRAIRIE

Lo conseguí en una casa de empeños.
Hace un rato terminé de leer Little House on the Prairie en una versión adaptada por Oxford. Es claro desde el principio por qué este libro ha sido tan inspirador, por qué tantas generaciones han seguido fascinadas las aventuras de la familia Ingalls, tanto en su versión original como, posteriormente, en la serie de TV.

Little House on the Prairie es una novelita de aventuras en la que, al menos en mi versión adaptada, prácticamente en cada capítulo la familia Ingalls se enfrenta a un grave peligro o contrariedad y encuentra la forma de salir bien librada. Al capítulo 6, en el que la familia Ingalls casi acaba diezmada por una epidemia de malaria, le sigue el capítulo 7, en el que las hermanitas reciben in extremis su regalo de Navidad gracias a Mr Edwards, un vecino que cruza a nado un río cercano, en pleno invierno, para poder acercárselos, contándoles que papá Noel le encargó hacerlo porque está ya muy viejito para hacerlo por sí mismo. Bastante antes, habían salido bien librados de una manada de lobos que los acechaban por fuera de la casa a medio construir, sin puertas ni ventanas. Antes y después, las inquietantes y muchas veces indescifrables visitas de los indios de la zona, quienes surgen como oponentes pero que acaban jugando en la historia un papel clave, profundo y nada maniqueo.

La autora es la protagonista de la novela, que no de la aventura (Pa acapara este rol, casi siempre es el que encuentra las soluciones si éstas necesitan de brazos fuertes, corazón ancho y un poquito de astucia o habilidad. Pero su lugar es misterioso, porque es la autoridad indiscutida).

Laura Ingalls, contándose a sí misma en tercera persona, es quien acaba mostrando su alma y sus incógnitas. Su corazón bate con fuerza cada vez que suenan los tambores indios a la noche, y si le preguntan por qué deseaba tan desesperadamente quedarse con un bebé indio que pasaba llevado por su madre durante un éxodo hacia el oeste de las tribus cercanas, apenas puede articular que "sus ojos eran tan negros...", llorar, y no poder siquiera explicarse a sí misma qué había querido decir. Mientras, la Laura Ingalls adulta, la que escribe la historia, no deja de señalar el porte de los indios, su piel perfecta y salvajemente bronceada, su habilidad para dejarse ver sólo cuando se les antoja, el brillo de sus ojos y lo espectacular de sus atuendos, cuando los llevan. En un Estados Unidos donde la segregación manda, el fascinado terror que los indios despiertan en Laura debía sonar a sacrilegio (me encantaría saber si Little House on the Prairie tiene su El somriure dels sants que así, a bote pronto, se me antoja inevitable...).

Me encantaría saber, además, si la elección de Laura Ingalls como protagonista de la novela no tiene toda la intención de que lo inaceptable sea asumible, porque son sólo tonterías de una niña. A saber.

Éste es otro de los libritos adaptados que, si alguna vez lo encuentro en su versión integral, estaré encantado de volver a leerlo.

sábado, 30 de diciembre de 2017

Ana Frank: DIARIO DE ANA FRANK

Me lo compré en
un mercadillo solidario
de la EOI de València.
Creo que leí el Diario de Ana Frank, por primera vez, cuando tenía veintipoquísimos años. Era una edición bastante vieja, que no conservo actualmente, y que ya en ese momento había perdido las tapas. Yo la había arreglado con ganchitos y cinta adhesiva.

En algún momento me enteré o intuí que la mía era una versión censurada e incompleta, y me deshice de ella. Quizás fue antes de venirme para España. Me recuerdo a mí mismo llevándomelo a una estación de servicio en la que trabajaba en horario nocturno cuando estaba recién casado. Recuerdo a dos empleados de la estación de servicio que juzgaron negativamente mis lecturas: uno, porque leyera en horario de trabajo; el otro, porque leyera ese preciso libro, y creo que no era por antisemitismo (el tipo andaba medio obsesionado por la literatura y filosofía maldita en esa época), pero andá a saber (el tipo era argentino).

El otro día me crucé con esta versión adaptada, de Penguin Readers, para estudiantes intermedios de inglés. Me la compré y la leí en unos días. Un compañero de la EOI, cuando se lo enseñé, me comentó algo así como que cuánta polémica hubo con este libro, y yo le contesté que sí, que los neonazis dudaban de su contenido, y la gente decente no. Así de diplomático me he vuelto últimamente.

Mi hija trabajó sobre este libro hace unos días, en la escuela. Fue una casualidad volver a cruzármelo.

Cada vez que leo este libro me asalta un sentimiento de duelo reciente. Una mezcla de sentimientos que se impugnan entre ellos. Un duelo.

Conseguidos aquí y allá.
En casa tengo tres versiones más: en castellano, italiano y catalán. Las ediciones en italiano y en catalán prometen ser completas y actualizadas, pero habrá que ver si son de antes o de después de que aparecieran los últimos fragmentos. Creo que volveré a dejar pasar bastante tiempo antes de volver a leer este libro. Me deja echo polvo.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Lyman Frank Baum: THE WIZARD OF OZ

Cuando era pibe leí varias veces El mago de Oz en la edición de Robin Hood, la de tapas amarillas. Fue un libro que me acompañó durante años, y más que ningún otro. El otro día me crucé, supongo que en una casa de empeños, con esta versión resumida por Oxford Bookworms importada directamente de China, y me la compré. Se lee en una horita, hora y media.

¿Quién había escrito un texto satírico sobre cómo adaptar los clásicos? No lo recuerdo.

Ya me había olvidado de varias cosas, de esta novela. Se me volvió a estructurar, más o menos, el devenir de los personajes al acabar mi versión amarilla, mi stage 1. Me acordé de las cuatro brujas, de cómo vuelve Dorothy a su casa de Kansas, de que los monos voladores de los Simpsons son un homenaje a este libro, esas cosas.

Tendría que tener los cataplines necesarios para leerlo en su versión original, sin censura y sin adaptación.


domingo, 14 de mayo de 2017

Alessandro Baricco: SETA (versión simplificada)

Comprado en una librería.
Alguna vez me tenía que pasar.
Al final, Seta (que no Seda, porque al fin y al cabo lo leí en italiano [la han traducido a decenas de idiomas, ya]) me dio prácticamente todo lo que puedo pedirle a una novela cuando la leo. Y mirá que la cosa no pintaba bien, eh, porque lo agarré con dos deditos en la librería cuando me lo mostraron, la única ventaja que le veía era que me costaba unos cinco euros menos que cualquier otro de los de la lista que nos había pasado la seño de italiano.

Novela dizque histórica. Sobre jodidos traficantes de jodidos gusanos de seda. La muerte en vida pasando páginas hasta que acabe. Pero al final resultó que no. ¿Qué hubiera pasado si en vez de Baricco esta novela la escribía García Márquez, Isabel Allende, Laura Esquivel o Marguerite Duras? ¿O quizás Flaubert? Tal vez nada (o nunca o nadie, o sea), pero por ahí van los tiros.

Baricco escribe su historia haciéndola funcionar como un jodido mecanismo de relojería. Hay cosas que se repiten rítmicamente; cosas que se eliden una y otra vez, también rítmicamente; personajes que parecen el padre y la madre, el alfa y el omega del personaje plano, hasta que resulta que en realidad no lo era tanto, y en el momento justo; esas cosas. Mucha preocupación por la forma, predilección por dejar en silencio algunas cosas y otras no.

Seta cuenta una historia de amor y un triángulo amoroso y es literatura de viajes e histórica. Sus personajes son cuidadosamente imposibles, a la manera que sólo saben construirlos los escritores de finales del siglo XX y principios del XXI. Hay un traficante de gusanos de seda, un mentor, la mujer del traficante, un japonés muy poderoso que vive en Japón, una misteriosa mujer con rostro de niña y de occidental que parece ser la mujer o amante o lo que sea del japonés, y una madama japonesa afincada en Francia que es el emulgente. Y una tensión sexual a veces consumada y a veces no que te la voglio dire.

¿Debería, pues, comprarme por Internet una versión completa de esta novela y que me la envíen desde Reino Unido por cuatro moneditas o menos? Quizás sí, seguramente. ¿Con qué debería comparar esta lectura simplificada, para hacerme una idea? ¿Con la versión del director o con las partituras simplificadas? Porque hace años, me parece a mí, y si dejamos de lado las Caperucitas o Pinochos que leo en voz alta a la hora de dormir, que no leía ninguna versión simplificada de nada. Y es un tema, éste, porque mi novelita simplificada es como que no le faltara ni le sobrara nada, y tiene su mérito, porque si hay algo que repite todo el mundo cuando habla de Seta es que la novelita es cortita. La han hecho más cortita, y sigue funcionando. Quiero decir, sigue funcionando como maravillosamente bien funcionaba El exorcista antes de que el director enseñara al mundo su desvariante versión del director. Pero con Seta no tiene por qué pasar lo mismo, ¿verdad?

En fin. Me parece, iberlibro.com, que hacia allí voy...

PD de finales de mayo) Al final me fui a una biblioteca a buscarme una versión completa de esta novela. La estoy leyendo, y la verdad que es bastante parecida a lo que leí antes. Aunque tal parece ser que lo más pillín/pecaminoso se había quedado en el camino en mi librito para estudiantes.