sábado, 2 de diciembre de 2017

Massimo Carlotto: NIENTE, PIÙ NIENTE AL MONDO. MONOLOGO PER UN DELITO

Me lo compré en una
librería cercana a la EOI.
Massimo Carlotto es, por lo que me han contado, un escritor italiano muy reconocido. Esta nouvelle (en realidad, un monólogo teatral sin acotaciones) es la única obra de él que he leído.

La voz narrativa está prácticamente monopolizada por la protagonista, una madre de familia del norte de Italia que acaba asesinando a su propia hija, a quien le cede durante unas páginas la voz a partir de la lectura que hace de su diario.

Es claramente un texto teatral, YouTube da testimonio de ello. Está redactado para que una actriz de lo mejor de sí sobre un escenario, y no tengo ningún motivo para dudar de que, como espectador, este texto podría funcionarme.

A mí, si me preguntan, me parece un ejercicio de estilo. Está redactado a la manera que lo hacían los escritores con inquietudes sociales de los '60 y '70. Realismo sucio, naturalismo, un pelín de determinismo que se nos escapa. Hace un rato estaba buscando entre los cuentos de Héctor Lastra, porque estaba convencido de que había uno con el que podía compararlo, pero no pude encontrarlo. A lo mejor voy a tener que buscar entre los de Abelardo Castillo (y, si no encuentro el que busco, tendré que desistir).

La protagonista, casada y con una única hija, cuenta sus penurias económicas, su pésima relación con su hija, su frustrante relación con su marido, se emborracha, mata a la hija. El lector primero se apiada de ella; después descubre que, además de pobre es xenófoba, como no podía ser de otra manera, entonces ya siente asco; después vuelve a sentir pena, después asco, después horror, después asco o pena, y así. Todo está ahí para quien quiera verlo, expuesto.

Hacia la hija uno no puede más que sentir una compasión infinita. Hay por ahí algún detallín que nos pone alerta, que determina que seguirá tarde o temprano, quizás a su manera, los pasos de su madre, como no podía ser de otra manera, pero no tiene la oportunidad de terminar de hundirse.

Por lo que me han contado, no es sorprendente que los escritores italianos contemporáneos publiquen obras remedando maneras de los '70. Yo no puedo dar fe de ello ni de lo contrario, porque hasta hace nada, que descubrí a Baricco, lo único que había leído fatto in Italia era a Dante y a Emilio Salgari (apenas leí algunas páginas de ficción de Eco).

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