domingo, 26 de abril de 2020

Raymond Carver: POPULAR MECHANICS (aka MINE)

Me lo compré en iberLibro.
Éste también.

La historia, sencilla y previsible: un tipo se va de la casa y quiere llevarse con él al bebé. La mujer quiere impedirlo, forcejean por el bebé y algo horrible sucede. Ole tus cojones morenos, Raymond Carver, por atreverte a escribir algo tan previsible y ponerlo en un cuento, que como todos sabemos no suele sobrevivir a lo previsible.

El título original, prístino: "Mine". El más conocido, que proviene de la editadísima edición del editor de uno de los libros de cuentos que llevaron a Carver a la fama: "Popular Mechanics".

El cuento revisita el juicio de Salomón, es evidente y todo el mundo lo sabe. "Mine" no puede ser más claro al respecto. "Popular Mechanics" no, es sórdido y repulsivo, y alude a ello cuando ya es tarde y nos damos cuenta de la peor manera posible de qué carajo significaba todo eso.

Y sí, a lo mejor "Mine" era un título medio zonzo. Ole por Gordon Lish y sus cojones morenos por cambiarlo. Pero hay que decir también que "Popular Mechanics" es, fundamentalmente, desagradable. Pero en fin, vamos a lo que vamos.

Nos da pistas, Carver, sobre el primer conflicto de la pareja:
1. La mujer está harta del tipo, quiere que se vaya ya de la casa.
2. La mujer le echa en cara que él no se atreve a mirarla a la cara.
3. La mujer ve una foto del bebé y la agarra para que el tipo no se la lleve.

Después de esto, cuando uno parece creer que el tipo simplemente se va a ir —desde luego, es lo que nos parece que cree la mujer—, resulta que el tipo exige ahora llevarse consigo al bebé. La mujer lo enfrenta, aterrorizada, y el tipo no cambia de idea. Forcejean tironeando del bebé con todas sus fuerzas, ninguno cede y, "Mediante ese procedimiento, el inconveniente quedó resuelto".

Complicada tarea, encontrar relaciones de causalidad en las acciones y reacciones de los personajes de Carver. El autor nos pone pistas y trampas, según lo veo yo. Mientras uno lee el cuento, que es bastante corto, no hay tiempo para meditar mucho, sólo para angustiarnos más y más hasta que se acaban las tres páginas. Lo que va a pasarle al bebé va a ser horrible, y eso lo domina todo, que no pase lo que estamos seguro que va a acabar pasando. ¿Y de quién es la culpa?, es la siguiente pregunta que nos hacemos. La mujer pretende que el tipo no se lleve, siquiera, una triste foto del bebé. Tremenda cagada tiene que haber hecho el tipo, nos decimos. Pero también en esta acción hay algo antipático que embadurna a la mujer, porque una triste foto es simplemente eso, una triste foto, y ya parece como demasiado.

Nos cachetea con eso, Carver, con el maldito asunto de la foto. Nos da demasiada información, el cuento se ha acabado y nosotros seguíamos masticándolo, simplemente, y no es hasta bastante después que podemos digerirlo como podemos.

Nos pone en bandeja, Carver, a la mujer como desencadenante de la reacción del tipo. Ella ha ido demasiado lejos y ahora la culpa es de ella, porque el tipo reacciona, pobre animalito, así son los tipos, pero la venenosa fue ella, que no le dejó llevarse la triste foto. ¿Suena de algo?

Nos muestra, también, antes de que eso nos estalle en la cara, que la mujer es tan egoísta como el tipo, aunque esto es imposible saberlo en ese momento.

¿Pero qué es lo que la motiva para no ceder, qué algo más decisivo hay? ¿Hay algo más? ¿El tipo era de verdad tan horrible o es  que la mujer, simplemente, intenta insultarlo de la forma más hiriente que puede? No podemos saberlo.

La acción que los define es la lucha por el bebé. Ahí ya no importa nada más, ninguna motivación, ninguna reacción, ninguna historia pasada en la pareja. Ninguno cede, el bebé sufre una agresión horrible y seguramente muere. El pasado y el futuro de ambos importa, ya, menos que un billete de lotería no premiado.

Ambos son responsables del desenlace, pero siempre nos vamos a preguntar quién es un poquito más culpable. Nuestro ropaje cultural nos impulsa a juzgar peor a la mujer porque claro, "una verdadera madre" esto y lo otro. Así funciona el mundo, y da igual si nuestros sentimientos nos avergüenzan o no.

"Mine" es cristalino al respecto, el tema va de egoísmo y de soluciones salomónicas. Pero hay mucho más para leer ahí adentro, y nosotros somos el texto más importante ahí metido.

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